El Nuevo Herald
Jan. 17, 2004
 
Denuncian que Chávez protegió a las guerrillas colombianas

CASTO OCANDO
Especial para El Nuevo Herald

El presidente venezolano Hugo Chávez conocía de cerca y protegió las actividades de la guerrilla colombiana en la frontera de Venezuela por lo menos desde el año 2000 y no hizo nada para combatir su presencia, revelaron documentos secretos y testimonios de altos ex oficiales venezolanos obtenidos por El Nuevo Herald y en poder del gobierno norteamericano.

Los reportes y testimonios, que integran el expediente del Departamento de Estado sobre el apoyo prestado por el mandatario de Venezuela a grupos subversivos suramericanos, contradicen la versión oficial del gobierno venezolano, según la cual Chávez nunca ha estado inmiscuido ni ha prestado apoyo a grupos como las FARC y el ELN de Colombia.

En una alusión directa a esta vinculación, el vocero del Departamento de Estado Adam Ereli dijo, a principios de esta semana, que Washington tenía informes de las operaciones de grupos terroristas en la frontera colombo-venezolana.

Los informes de inteligencia obtenidos por El Nuevo Herald adquirieron mayor relevancia esta semana luego que funcionarios de alto nivel del gobierno estadounidense, incluyendo desde el subsecretario para América Latina Roger Noriega hasta la asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y el propio Secretario de Estado Colin Powell, alertaron sobre un apoyo combinado de Chávez y el gobernante cubano Fidel Castro a movimientos subversivos que ayudaron a deponer regímenes democráticos, como en Bolivia y Ecuador.

Los reportes, preparados por oficiales de la Guardia Nacional, documentan los resultados de una operación secreta de combate a varias bases guerrilleras encontradas en territorio venezolano a fines del 2000 y durante el 2001, y demuestran que Chávez fue informado detalladamente de los hallazgos por el oficial a cargo de las operaciones militares, pero ''se hizo de la vista gorda'' y eventualmente ordenó el desmantelamiento de las actividades antiguerrilla.

''En varias oportunidades le informamos al presidente Chávez de lo que estaba pasando en la frontera, pero no sólo no hizo nada, sino que también ordenó reducir las operaciones de persecución y captura de guerrilleros en la frontera'', dijo a El Nuevo Herald el militar que dirigió las operaciones de la Guardia Nacional en ese momento, un general que pidió la reserva.

Los informes de inteligencia fueron filtrados al gobierno estadounidense a través de la agregaduría militar en Caracas, por funcionarios descontentos dentro de la Guardia Nacional de Venezuela, una vez que las operaciones fueron bloqueadas. Un segundo dossier fue enviado a la Organización de Estados Americanos (OEA).

En una declaración a principios de esta semana, el portavoz Ereli dijo en una conferencia de prensa que Washington ha expresado a Caracas su preocupación por ``informaciones específicas de elementos terroristas que operan en la frontera venezolana con Colombia''.

''Hemos visto esas informaciones. Diría que estamos preocupados sobre cualquier acción que pueda impedir procesos democráticos y libres a través del continente'', acotó el vocero estadounidense.

El embajador venezolano en Estados Unidos, Bernardo Alvarez, respondió calificando de ''desfasada'' la tesis de que una alianza Cuba-Venezuela estaría exportando una revolución comunista al continente.

''Es una cosa desfasada en el tiempo y no es entender las relaciones que existen entre los países'', dijo el diplomático.

Las afirmaciones de Ereli coincidieron también con las declaraciones del comandante del Ejército Nacional de Colombia, el mayor general Martín Orlando Carreño, quien sostuvo en Bogotá que dos importantes miembros de las FARC, José Antonio Losada y Fabián Ramírez, pueden estar escondidos en territorio venezolano, luego el dirigente guerrillero Simón Trinidad fue capturado en Ecuador.

En uno de los reportes secretos de la Guardia Nacional, identificado con el número de archivo CU-1-220, se hace referencia a una reunión sostenida entre el alto mando militar del Teatro de Operaciones # 2 y Chávez en el aeropuerto de El Vigía, en el estado de Mérida, el 11 de febrero del 2001, donde los comandantes informaron a Chávez sobre los hallazgos de las actividades guerrillas. El dossier incluye fotografías de esta reunión.

Según el informe, la guerrilla colombiana tenía bases de entrenamiento en la cabecera del río Atapsi, en el suroccidente de Venezuela, y cultivos de amapola y personal de las FARC en diversos sectores de la Sierra de Perijá, en la frontera del estado de Zulia con Colombia.

El documento indica la ubicación de un ``campamento guerrillero usado como centro de adiestramiento básico perteneciente al Bloque 41 Frente Cacique Upar de las FARC-EP, integrado por aproximadamente 100 hombres''.

Los guerrilleros tenían una ''política de no combatir con el Ejército venezolano'', y de ''permanecer parcialmente en territorio venezolano'', y en búsqueda de establecer una ``alianza con el Estado a través de la FAN''.

''Hicimos todas las recomendaciones del caso al presidente Chávez pero la ayuda nunca llegó. Teníamos un alto número de plazas vacantes en las unidades bajo control operacional del teatro, lo cual limitaba enormemente nuestra capacidad de respuesta a las incursiones de la guerrilla'', dijo el alto oficial en conversación con El Nuevo Herald.

El gobierno venezolano cultivó también una relación cercana con elementos del ELN que funcionaban en la frontera con el estado de Zulia, e incluso dio apoyo logístico con equipos del Ejército de Venezuela para organizar encuentros entre enviados de Caracas y los altos jefes de esa guerrilla.