El Universal (Colombia)
Enero 4, 2004

Capturado Simón Trinidad

Es ideólogo financiero y político de las Farc

Bogotá,Quito/Colprensa, Ap

Un helicóptero Super Puma perteneciente a la Fuerza Aérea Ecuatoriana llevó al guerrillero Ovidio Ricardo Palmera Pineda, alias "Simón Trinidad", hasta Ipiales, en la frontera, en donde fue entregado a las autoridades colombianas.

"Simón Trinidad", integrante del Secretariado de las Farc, fue capturado en Quito en la noche de este viernes por parte de autoridades del vecino país y aunque una comisión del Cuerpo Técnico de Investigaciones de la Fiscalía de la seccional de Ipiales se trasladó allí para establecer la plena identidad del capturado, él mismo declaró a los ecuatorianos ser Ovidio Ricardo Palmera Pineda.

"Simón Trinidad" fue deportado a Colombia pues entró de manera ilegal a Ecuador el pasado 25 de diciembre y un avión de la Fuerza Aérea Colombiana lo traslada a esta hora hacia la capital del país.

Según versiones policíacas, el subversivo fue capturado este viernes en la noche en avenida Amazonas de la capital ecuatoriana en un operativo realizado por la Policía Judicial de ese país.

La única infracción que el guerrillero de las FARC conocido como Simón Trinidad cometió en Ecuador fue carecer de documentos de identificación, según el ministro de Gobierno, Raúl Baca, en declaraciones difundidas ayer.

Baca detalló que "en una operación normal de la policía, por fin de año y Año Nuevo fue detenido el viernes en la noche el ciudadano (Juvenal) Palmera (su verdadero nombre), cuya falta de documentación hizo que inmediatamente se tramitará su deportación".

El ministro en diálogo con Radio Quito dijo que el miembro de las Farc "fue deportado a Colombia en función de las obligaciones que tenemos con ese país". Indicó que el trámite legal se desarrolló durante esta mañana y "hemos cumplido con todas las obligaciones y convenios internacionales".

Trinidad salió de esta capital a las 14.45 de la tarde en medio de una fuerte cusodia policial, a bordo de un helicóptero del ejército, y cerca de dos horas más tarde llegaba a la ciudad colombiana de Ipiales, donde poco después salió a Bogotá en una avioneta.

El comandante de policía Jorge Poveda no precisó qué tiempo y en que condiciones el deportado estuvo en Ecuador, donde empleó el alias de Cristo Rey Mariscal.

Trinidad, estuvo eufórico gritando vivas a las Farc cuando la prensa pudo escucharlo, poco antes de su deportación desde esta capital.

En medio de una fuerte custodia de efectivos policiales con armas automáticas, cuando llegó al aeropuerto Trinidad mostraba una complexión gruesa, cabeza calva y una barba de algunos días, vestía una casaca café con azul, una camiseta gris y un pantalón azul.

En los breves lapsos en que pudo ser escuchado por la prensa se mostró eufórico y gritó "viva las Farc, viva las Fuerzas Revolucionarias de Colombia". Asimismo, cuando era conducido por unos 20 efectivos armados a un helicóptero Superpuma del ejército para ser llevado a la ciudad de Tulcán, gritó "viva la lucha de Simón Bolívar, viva las Farc, sigue la lucha guerrera de Simón Bolívar".

A las 5:35 p.m. de ayer a su llegada al aeropuerto militar Catam, en Bogotá, Trinidad gritó una vez más: "Viva las Farc, Ejército del Pueblo". Fuertemente custodiado el guerrillero fue trasladado a una guarnición a cargo de la Fuerza Pública.

¿Quién es Simón Trinidad?

Bogotá/Colprensa

"Simón Trinidad", quien fue capturado este viernes por autoridades ecuatorianas, es tal vez el único cabecilla de las Farc que su origen data de una familia de alcurnia de la costa caribe colombiana y que ejerció como un prestante banquero en el departamento del Cesar y su capital Valledupar.

Su nombre completo es Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda y de acuerdo a los reportes de inteligencia del Ministerio de la Defensa es uno de los principales ideólogos, tanto en lo político como en lo financiero, que tienen las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc.

Ricardo Palmera es conocido con el alias de "Simón Trinidad" y se hizo célebre durante el proceso de negociación que se adelantó en el gobierno de Andrés Pastrana Arango, cuando ejerció como uno de los cinco negociadores que tuvo ese grupo guerrillero en la mesa de diálogo.

De familia de cuna, como se le cataloga a los Palmera en Valledupar, su padre fue Ovidio Palmera, un prestigioso abogado y dirigente liberal de avanzada, a quien se le conoció con el remoquete de "La conciencia jurídica del Cesar". Su madre se llamaba Alix Pineda, una mujer santandereana que llegó desde muy joven a tierras vallenatas. Los hermanos de "Simón Trinidad" son el reconocido arquitecto Jaime Palmera, la antropóloga Leonor Palmera y la diseñadora textil Elsa Palmera, las dos egresadas de la Universidad de los Andes.

Los estudios de secundaria los adelantó en la capital del país, especialmente en el colegio Helvetia. Cuarto y quinto de bachillerato los hizo en la Escuela Naval de Cartagena. Su formación profesional la hizo en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en donde terminó como economista en 1976.

Tan pronto como salió de la universidad, Ricardo Palmera ocupó el cargo de asesor financiero y consultor de la hoy desaparecida Caja Agraria del Cesar.

Su vida pública la continuó a finales de la década de los setenta con el cargo de jefe administrativo y catedrático de la Universidad Popular del Cesar en la materia de Historia Económica de Colombia de la facultad de Ciencias Administrativas. A la vez, ocupaba la gerencia del Banco del Comercio y se desempeñaba como consultor de la alcaldía de Valledupar en el llamado Plan de Desarrollo Urbano.

A la par de su actividad laboral, dedicada en particular a las finanzas, alias Simón Trinidad incursionó en la política regional al ser uno de los principales cuadros del movimiento Causa Común, del cual se le catalogó como uno de más conservadores de sus miembros.

El banquero

Corrían ya los últimos años de la década de los años 80 cuando Ricardo Palmera llegó a ser considerado como uno de los dandis del Valledupar, es decir uno de los hombres más destacadas de la región y hasta asediados por las mujeres.

Su poder, al frente de la gerencia del Banco de Crédito de la capital del Cesar, lo llevaron a tener acceso directo al manejo de las cuentas de los principales millonarios de la ciudad.

Palmera se decide por la clandestinidad en diciembre de 1987. En ese momento, además de ser el gerente del Banco de Crédito, su esposa también gerenciaba una entidad bancaria y sus dos hijos estudiaban primaria en el Loperena, el mejor colegio de Valledupar. Su salario superaba los 180 mil pesos de entonces y tenía acceso directo al Club Valledupar, además de apartamento propio y carro.

Igualmente se estableció que se le había ofrecido dos alternativas de trabajo, ser director del Instituto de Bienestar Familiar de Valledupar o ser gerente del Instituto de los Seguros Sociales del Cesar.

Los amigos de entonces lo catalogaban como una persona calmada incapaz, incluso, de disparaba arma alguna. Por el contrario, lo consideraban hombre de muchas ideas y proyectos en sus distintos compromisos laborales.

El guerrillero

Al ingresar a la guerrilla, "Simón Trinidad" se internó en la Sierra Nevada, en donde empezó a militar en el Bloque Caribe, del cual llegó ser su jefe de finanzas y posteriormente, y por varios años, el comandante del mismo.

Por su accionar delictivo, en la década de los noventa se llegó a convertir en uno de los hombres más temido y odiado en el Cesar, debido a que pasó de ser un próspero ejecutivo y a jefe de secuestros y extorsiones en el departamento.

De acuerdo a los informes de inteligencia del Ejército Nacional el gran poder económico que llegó a tener Palmera en esa región del país, le permitió ingresar al Secretariado de las Farc.

Y aunque en los reportes de inteligencia lo sindican de secuestro, boleteo, cultivo de amapola y marihuana, extorsión y el tráfico de armas provenientes de Venezuela, en una entrevista concedida en la década de los noventa a un medio de comunicación Ricardo Palmera aseguró que "el único lunar en mi vida es el de pertenecer a la oligarquía de Valledupar".

Prontuario de Simón Trinidad

El siguiente es el prontuario de "Simón Trinidad" suministrado por el Gobierno nacional:

- Septiembre de 1981. En Valledupar integró el grupo "Los Independientes", de orientación marxista-leninista, junto con Jaime Sierra Tomás Agudelo y Federico Palacios Romaña.

- Agosto de 1987. Desde esta fecha las autoridades conocen de su vinculación con las Farc.

- Junio de 1990. Integró el frente 41 de las Farc, con influencia en la Serranía del Perijá.

- Junio de 1991. Fue comandante de una cuadrilla del frente 41 de las Farc Cacique Upar.

- Mayo de 1992. Junto con Abelardo Caicedo Colorado (alias "Solís Almeida"), ordenó el secuestro y posterior homicidio del Teniente de Navío Álvaro Fernando Morris Piedrahíta.

- Agosto 17 de 1994. Fue designado comandante del frente 19 de las Farc "José Prudencio Padilla", el cual delinque en la Sierra Nevada de Santa Marta.

- Diciembre 11 de 1995. Por documentos incautados al frente 41 de las Farc, en el área rural del municipio de Codazzi (Cesar), las autoridades supieron que "Simón Trinidad" había asumido como sexto al mando del Bloque Caribe, responsable de proselitismo y propaganda.

- Noviembre de 1996. Desde esta fecha se conoce que hace parte del Estado Mayor del Bloque Caribe, como tercero al mando.

- Noviembre 5 de 1997. En esta fecha se supo que era el segundo comandante del frente 41 de las Farc y el primero al mando de la comisión Susana Téllez.

- Julio 4 de 2000. En San Vicente del Caguán (Caquetá), las Farc, por intermedio de Simón Trinidad, vocero del grupo guerrillero, anunciaron que atacarían las aeronaves y tropas que realizaran fumigaciones de cultivos de coca y amapola en la zona selvática del sur del país.

- Octubre 2 de 2000. Ese día en la mañana, en San Vicente del Caguán, el vocero de las Farc, Simón Trinidad, aseguró que esta organización seguiría con el paro armado en el Putumayo.

- Octubre 12 de 2000. Alias "Simón Trinidad" manifestó que la situación de salud del teniente coronel Álvaro León Acosta, secuestrado por este grupo armado ilegal, era delicada y requería de atención médica básica de urgencia

A partir de esta fecha, las autoridades lo vinculan con diferentes actos terroristas, secuestros y otros actos delictivos como el plagio de la ex ministra Consuelo Araújonoguera, asesinada en cautiverio el 30 de septiembre de 2001. Es requerido por la Fiscalía General de la Nación y jueces Superiores, Promiscuos, de Orden público, por los delitos de secuestro, homicidio, concierto para delinquir, lesiones personales, hurto, daño en cosa ajena, asalto, terrorismo, asesinato y rebelión.

"Que corra su suerte ante la justicia del país": Mindefensa

Bogotá/Colprensa

El ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe Echavarría, celebró la captura del máximo jefe de finanzas e ideólogo de las Farc, Juvenal Ovidio Ricardo Palmera, alias "Simón Trinidad". "Que corra su suerte ante la justicia del país al cual él y sus compinches tanto daño le han hecho", aseveró.

El subversivo fue capturado en Quito, Ecuador, en un centro asistencial al cual acudió para someterse a un tratamiento médico.

Dijo que espera que la captura de este líder guerrillero sea el preludio del fin de ese grupo subversivo. "Yo no hago profecías, ni registro premoniciones; sin embargo, hoy, tres de enero, no resisto la tentación de rogarle a Dios, que aquel cuento de las cabañuelas se aplique también a la paz de mi Patria y que la captura de este criminal sea el preludio de muchas otras buenas noticias para la paz de Colombia en el año 2004", subrayó.

El Ministro explicó que esa captura se constituye en el más fuerte golpe que se le ha dado a la guerrilla de las Farc, una de las más importantes y terribles empresas criminales de terrorismo mundial.

"Este es el resultado de una acción ejemplar de nuestras fuerzas del orden, Policía y Ejército que contaron con el apoyo vital del alto Gobierno y de la Policía del Ecuador, así como del Gobierno estadounidense", sostuvo Uribe Echavarría.

Explicó que "Simón Trinidad" tendrá que enfrentar por lo menos 30 procesos judiciales por los presuntos delitos de "asesinato, secuestro, terrorismo, rebelión y no sé que otros acápites del Código Penal Colombiano".

Finalmente, resaltó la importancia de la unión, del esfuerzo conjunto, del trabajo abierto y constante de colaboración de las fuerzas, "que junto con el compromiso de toda la población, nos dará el triunfo final contra el terrorismo".

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La captura de Simón Trinidad es la más importante cadena de golpes a la guerrilla de las Farc

Bogotá/Colprensa

"La constancia vence lo que la dicha no alcanza". El refrán, pronunciado varias por el presidente Álvaro Uribe Vélez, cada vez que se refiere a su estrategia para vencer militarmente a las Farc, cobró vigencia ayer al conocerse la captura de Juvenal Ovidio Ricardo Palmera Pineda, conocido como "Simón Trinidad" y miembro del Secretariado de las Farc.

La detención del cabecilla guerrillero se constituye en el golpe más contundente a este grupo insurgente dado por las autoridades colombianas hasta el momento. Sin embargo, no es un hecho aislado. La acción fue precedida de una serie de operaciones con resultados positivos realizadas por el Ejército y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).

Entre junio y diciembre de 2003, el Ejército asestó uno de los golpes más contundentes a las Farc. Uno a uno fueron cayendo los cabecillas de los frentes 22, 42, Esteban Ramírez, Policarpa Salavarrieta y Reynaldo Cuéllar, células que mantenían el cerco a la capital del país y servían de apoyo para la ejecución de secuestros y actos terroristas.

Quince días antes de culminar el año 2003, el DAS capturó en el municipio vecino de Bogotá a Wilmar Antonio Marín Cano, jefe del frente 22 de las Farc, y considerado por las autoridades como el mayor secuestrador del país.

Según un balance del Ministerio de Defensa, los resultados operacionales de la Fuerza Pública contra las Farc, y en general contra los grupos armados, permitió la disminución en 27 por ciento de los secuestros; en 49 por ciento, los retenes ilegales en las carreteras; en 48 por ciento, las masacres; y en 82 por ciento, los ataques a poblaciones.

Las capturas han alcanzado a ocho mil 400 subversivos, incrementándose en 127 por ciento frente al año anterior; además, dos mil 282 guerrilleros han desertado y se han acogido a los programas de reinserción.

La estrategia

Las cifras, para expertos como el politólogo Alfredo Rangel, director de la Fundación Seguridad y Democracia, y el investigador Román Ortiz, profesor del Centro de Estudios (Cede) de la facultad de economía de la Universidad de los Andes, aunque la atribuyen a un repliegue estratégico de las Farc, no desconocen que las acciones adelantadas por la Fuerza Pública han contribuido a estos logros.

Para llegar a este punto, el gobierno tuvo primero que diseñar una estrategia para acabar con la labor aislada de las diferentes fuerzas. En este momento, el Ejército y la Policía siguen un libreto planeado al detalle, presidido de una ardua labor de inteligencia en la que participan todas las agencias del Estado aportando información en forma constante denominada Operación Patriotas.

La labor de inteligencia, según fuentes oficiales, tiene como base el programa de reinserción. La información suministrada por guerrilleros desertores o capturados, a quienes se les brinda la alternativa de reincorporarse a la vida civil, es combinada con los reportes de la red de más de un millón de cooperantes que funcionan en el país y la de un grupo élite de agentes de la Policía y el DAS infiltrados en los municipios en los que las Farc tienen su área de influencia.

El programa de desmovilización se ha convertido en la clave para los golpes. "Una sola persona que sepa de la ubicación de campamentos o de corredores utilizados por cabecillas se convierte en el inicio de una operación a escala", expresaron las fuentes consultadas. Según los organismos de seguridad, los frentes que en este momento están generando más deserciones son 10, 16, 14 y 45, que operan el suroriente del país y manejan grandes cantidades de dinero por sus nexos con el narcotráfico.

La información obtenida por los agentes infiltrados es corroborada con expedientes judiciales, testimonios de reinsertados, desplazados y de la ciudadanía. El paquete de pruebas se entrega a consideración de un fiscal, que en últimas decide a quiénes se deben vincular a los procesos, dijo un oficial de la Policía a cargo de las operaciones encubiertas.

A esto se agrega el apoyo suministrado por la Fuerza Aérea y el Ejército con equipos de inteligencia técnica, los cuales permiten interceptar comunicaciones o detectar concentraciones de personas en diferentes puntos del territorio nacional.

Mediante una labor de reingeniería se está redefiniendo la función y responsabilidad de cada fuerza. La Armada concentra ahora su accionar en el control de costas y en operaciones fluviales; el Ejército, vigila las fronteras y ejerce control sobre áreas rurales; la Fuerza Aérea vigila y suministra apoyo aéreo; la Policía ejerce su función de seguridad ciudadana y urbana; y las brigadas móviles operan sin límites territoriales.

Los resultados

"Son golpes significativos. Las deserciones obligaron a la cúpula de las Farc a compartimentar más la información, dejándola en cabeza exclusiva de sus comandantes. Y si alguno de ellos cae, todo ese proceso lo pierden las Farc", dijo un miembro de los organismos de seguridad del Estado que hace parte de las operaciones.

De ahí el significado estratégico que ha representado para el Gobierno la muerte o captura de hombres como alias "Hugo", de "Marco Aurelio Buendía", uno de los hombres de confianza de Jorge Briceño Suárez, el máximo jefe militar de las Farc; o de Luis Alexis Castellanos Garzón, hermano de Alias "Romaña", miembro del estado mayor de la organización, o de alias "Javier Gutiérrez", jefe del frente Esteban Ramírez que apoyaba el asedio a Bogotá.

Cada baja en combate o captura de un cabecilla son pérdidas para las Farc. "Son 20 años de experiencia, de credibilidad para sus mandos y de clandestinidad. La mayoría de quienes han caído son hombres expertos en combate, en tácticas de guerra, en el manejo de finanzas y en la ejecución de actos terroristas", consideran analistas de las agencias de seguridad.

El reto para las Fuerzas Militares es grande. Los agentes de las agencias de inteligencia son conscientes del control que ejerce de la cúpula de las Farc sobre sus frentes. Los mandos de las células subversivas descansan en su mayoría sobre una nueva generación de cuadros expertos en tácticas de guerra, muchos formados en países del antiguo bloque soviético y con un poder económico considerable.

Sin embargo, consideran que la autonomía logística de sus frentes y bloques y la descentralización de sus mandos puede generar problemas de cohesión. Aunque el Estado Mayor y el Secretariado de las Farc definen directrices y estrategias, esta unidad puede resquebrajarse. En particular por el poder del dinero que manejan. A juicio del Estado, esa debilidad debe ser aprovechada. "Un mando medio que deserte, se acoja a la justicia o se vuele con dinero, sea dado de baja en combate o capturado le va a doler a la guerrilla", dijeron voceros de los organismos de seguridad.

Lo cierto es que victorias rotundas son todavía una ilusión para el Estado. El catedrático francés Daniel Pecaut, experto en temas sobre Colombia, lo ha reiterado en muchos foros en el país y en el exterior. Según el colombianólogo, las Farc está aún muy lejos de ser derrotadas. Se puede adaptar a los cambios operacionales de las Fuerzas Militares y esperar para propinar grandes golpes como el ocurrido este viernes en Ecuador, en donde cayó "Simón Trinidad".