El Nuevo Herald
16 de mayo de 2000

Ejército de Colombia lucha contra insurgentes en franca desventaja

GONZALO GUILLEN
Especial para El Nuevo Herald/BOGOTA

A pocos días de que el Senado de Estados Unidos tome una decisión sobre una paquete de
ayuda a Colombia, el ejército de este país está mostrando sin verguenza los flancos más débiles
de su estructura en la lucha contra la guerrilla y el paramilitarismo.

Uno de los datos más preocupantes se conoció recientemente: la velocidad de movilización de las
tropas en las zonas selváticas del país es de tres kilómetos diarios. Esto por cuanto el ejército,
cuyo pie de fuerza se calcula en 55 mil combatientes, no cuenta con helicópeteros
suficientes y adecuados para desplazarse más rápido.

Sumadas las fuerzas guerrilleras, los narcotraficantes y paramilitares, el ejército queda
en una proporción de 3 (ejército) frente a uno (fuerzas irregulares), cuando lo ideal, según lo
expertos, es de 11 a uno.

En número de hombres esta desproporción significa que al pie de fuerza del ejército le faltan
245 mil combatientes más.

Fuentes militares colombianas consultadas por El Nuevo Herald explicaron que el estado de
insuficiencia para combatir a los diversos enemigos internos, que han llevado al país a un
estado de guerra civil no declarada, apenas sirve para tratar de mantenerlos a raya.

Un general del ejército dijo que la primera vez que vio un teléfono celular satelital, un instrumento
indispensable para las comunicaciones en zonas rurales o selváticas, fue cuando sus tropas
incautaron uno de los aparatos a un guerrillero. El militar advirtió que en poco tiempo las fuerzas
militares esperan disponer de esa tecnología.

La escasez de medios para hacer la guerra que dice sufrir el ejército colombiano contrasta con su
desafío: tratar de vencer a las guerrillas más grandes, antiguas y poderosas del mundo (con
más de 30 mil combatientes y 40 años de experiencia), así como a los ejércitos
ultraderechistas conocidos como ``paramilitares'' y a las organizaciones de narcotraficantes.

Actualmente, el ejército posee 16 helicópteros de combate, de los cuales frecuentemente cinco
permanecen en mantenimiento o reparación.

Para tener una idea de la precariedad de este frente de combate, explican las fuentes, debe
tenerse en cuenta que durante la guerra intestina de El Salvador el gobierno mantuvo a su
disposición una flota de cien helicópteros. El país centroamericano tiene una superficie de 21.040
kilómetros cuadrados, 3.000 menos que el área desmilitarizada en el sur de Colombia donde se
llevan a cabo negociaciones de paz con la Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
FARC. Colombia tiene una superficie de 1 millón 141 mil 748 kilómetros cuadrados. El gobierno de
Andrés Pastrana ha puesto sus esperanzas para hacer la guerra o mantener una fuerza disuasiva
durante las negociaciones de paz, en la posibilidad de obtener una donación por $1,300
millones solicitada al gobierno de Estados Unidos.

Ese aporte sería el motor del Plan Colombia, diseñado por el gobierno para tratar de elevar, con
la mayor brevedad posible, la capacidad de combate del ejército, fortalecer la justicia y
promover la vigencia de los derechos humanos. ayuda ha contado con el respaldo entusiasta del
presidente Bill Clinton pero durante una sesión del Comité de Apropiaciones del Senado de
Estados Unidos, que tuvo lugar el martes pasado, el pedido original sufrió una rebaja de 310
millones de dólares y existe la posibilidad de que sea desinflado todavía más, antes de ser
aprobado por el Congreso. Lamayor merma se refiere a una parte del donativo que los militares
colombianos consideran crucial: helicópteros.

En efecto, el Comité sacó de plano los versátiles Black Hawk que estaban previstos como parte de
la ayuda y los cambió por Huyes, de mucha menor categoría bélica. Conforme a la decisión
de la célula parlamentaria, la compra original de 30 Black Hawk y 33 Huyes, quedó reducida a 60
unidades de estos últimos.

Al conocer la noticia, el comandante de la Fuerza Aérea de Colombia, general
Fabio Velasco, se lamentó: ``Es como pasar de un Mercedes Benz 2000 a un
Ford modelo 60''. El uso de helicópteros en la guerra contrainsurgente, de
acuerdo con diversas fuentes militares colombianas, es definitivo.

``Sin ellos no hay nada qué hacer'', sentenció un coronel de la Fuerza Aérea.
``En Vietnam, con 331.000 kilómetros cuadrados, Estados Unidos usó 1,000
helicópteros'', agregó.

La intensidad de la guerra en Colombia y la aparente incapacidad del ejército
para contenerla se refleja más dramáticamente en las masacrees.

En unn estudio reciente, la Defensoría del Pueblo, revelón que en 1999 hubo 403
masacres con 1,865 víctimas. De acuerdo con la misma fuente, 48.36% de los
ataques fueron obra de ``paramilitares'', también conocidos como
``autodefensas''; 15.28% de las guerrillas; 1.07% de la fuerza pública y el resto
de grupos conocidos como de ``limpieza social'' y otros autores indeterminados.
El ritmo mensual de personas muertas en masacres aumento para el 2000, pues
pasó de 147 víctimas a 159, dijo la Defensoría.

Estas pérdidas de vidas humanas las atribuyen las fuerzas militares a su escasa
capacidad de reacción para evitarlas y al pie de fuerza insuficiente, así como a la
falta de recursos económicos.

El presupuesto de defensa, sin embargo, representa el 5% del PIB y de esa
porción el 67% le corresponde a la Policía Nacional. Aún así, esta última fuerza
no hace presencia en 220 poblaciones del país, según fuentes del Ministerio de
Defensa.

Las fuentes de financiación de las fuerzas irregulares de izquierda o de derecha,
se derivan en buena parte del narcotráfico según fuentes militares y policiales de
Colombia y Estados Unidos. El estudio más reciente sobre el tema demuestra
que se trata de un flujo considerable de capital. La Asociación Nacional de
Instituciones Financieras, Anif, sostuvo que los narcotraficantes colombianos
tienen ingresos anuales de $3,574 millones, cifra cercana a los $3,700 millones
que el país recibió en 1999 por la venta de petróleo y casi el doble de las
exportaciones de café, el producto de exportación tradicional del país.

La producción de cocaína, solamente para Estados Unidos, fue calculada para el
año pasado en 480 toneladas, volumen que ``podría alcanzar hoy la fabulosa
suma de $46.000 millones de si se vende al detalle en una calle de Nueva York'',
asegura el informe de Anif.

Ese valor representa el 56% del Producto Interno Bruto de Colombia. En este
contexto, el ejército colombiano considera que no debe esperarse mucho tiempo
para lanzar una ofensiva combinada contra la insurrección armada y el
narcotráfico porque el crecimiento de la primera depende directamente de la
prosperidad del segundo.