Esos municipios del Meta, Tolima, Cundinamarca, Huila, Caquetá y
                   Guaviare son considerados ‘Teatro de operaciones’, lo que
                   significa que el orden público allí estará bajo estricto control militar.

                   El comandante de ese ‘Teatro de operaciones’ será el general
                   Gabriel Eduardo Contreras, actual comandante de operaciones del
                   Ejército.

                   El alto oficial quedó facultado, entre otras cosas, para censar a la población, implementar
                   toques de queda y establecer horarios a las oficinas públicas y negocios privados.

                   Puede, además, establecer salvoconductos para la movilización, prohibir el consumo de licor y
                   el porte de armas y restringir el transporte de cilindros de gas.

                   Según el ministro del Interior, Armando Estrada, “el censo pretende evitar la entrada de
                   paramilitares y guerrilleros a las poblaciones”.

                   Todas las medidas deberían ser coordinadas con los alcaldes, pero si estos se niegan, el
                   general Contreras puede pedir autorización del Presidente para establecerlas por su cuenta.

                   Sobre esto, el ministro de Defensa, Gustavo Bell, confirmó que “las autoridades civiles
                   seguirán sus funciones normales, pero en materia de orden público estas serán ejecutadas
                   directamente por el comandante del Teatro de operaciones”.

                   Según lo decidido por el Gobierno, los teatros de operaciones estarán en los siguientes
                   municipios:

                        En Meta, Vistahermosa, La Uribe, Mesetas, Puerto Lleras, La Macarena, San Juan de
                        Arama y Lejanías.
                        En Tolima, Villarrica.
                        En Cundinamarca, Cabrera y San Juan de Sumapaz.
                        En Huila, Algeciras y Colombia.
                        En Caquetá, San Vicente del Caguán, Puerto Rico y Cartagena del Chairá.
                        En Guaviare, San José del Guaviare, Calamar y El Retorno.

                   El decreto que establece esta figura tiene sustento legal en la Ley de Seguridad Ciudadana,
                   del 2000, que establece que “ante posibles amenazas o alteración del orden constitucional se
                   desarrollan operaciones militares contenidas en planes tácticos...”.

                   Esa ley está demandada hoy en la Corte Constitucional, pero, como aún no hay fallo, el
                   Gobierno actúa sobre el supuesto de que está vigente.

                   Armando Novoa, director del Centro de Estudios Constitucionales (Plural), piensa que las
                   legislaciones de guerra en Colombia han demostrado ser “inocuas” y lo que se necesita es
                   fortalecer la inteligencia del Ejército.

                   Otras medidas

                   Como parte de las medidas para contrarrestar el terrorismo, el Gobierno presentará al
                   Congreso, con carácter de urgencia, el proyecto para adoptar el Estatuto de Roma, que una
                   vez ratificado por Colombia ante la ONU, hará posible que secuestradores y terroristas sean
                   juzgados por una Corte Penal Internacional (CPI).

                   Hasta ahora 52 países han ratificado el Estatuto de Roma y se necesita que lo hagan 60 para
                   que la CPI funcione.

                   Ayer, el Gobierno también determinó pasar un proyecto para aprobar un estatuto antiterrorista
                   y controlar la producción, venta y distribución de materiales explosivos, o elementos que sirvan
                   para producirlos.

                   Recompensas hasta por mil millones de pesos, para quienes den información efectiva contra
                   los terroristas, entran en la lista de medidas de excepción puestas en marcha para enfrentar el
                   estado de guerra que vive hoy el país.