El Comercio (Quito)
21 de marzo de 2008

10 bombas de alta tecnología cayeron en la base de las FARC


 
 
Una fotografía del informe de la FAE. En los círculos se muestran los lugares donde cayeron las bombas en el campamento de las FARC.

Redacción Judicial

El ataque al campamento de las  FARC en territorio ecuatoriano provocó un revuelo a escala internacional, no solo por el hecho de que se violó la soberanía ecuatoriana, tal como lo reconoció la  Organización de Estados Americanos , sino por la magnitud del bombardeo.

El pasado 6 de marzo, expertos en  armamento de la  Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) iniciaron un peritaje de lo ocurrido en  Angostura, donde falleció el segundo de las FARC, ‘Raúl Reyes’. Su objetivo era clarificar cómo se produjo el bombardeo, el armamento utilizado y los daños causados.

De acuerdo con el informe de los peritos, se utilizaron 10 bombas GBU 12 Paveway II de 500 libras, que dejaron cráteres de 2,40 metros de diámetro por 1,80 metros de profundidad.

Según las especificaciones del fabricante  de la bomba GBU 12,  Texas Instruments,  este explosivo puede ser guiado por láser, GPS o tecnología intersensorial (INS). Además, el informe de la FAE señala que se encontraron vainillas de proyectiles 0,50 en el sector sur del campamento, “que fueron disparadas por ametralladoras emplazadas en helicópteros, que brindaron la seguridad del  personal que realizó la infiltración”.

Este tipo de bomba fue muy usado durante la ‘Operación Tormenta del Desierto’, en  Irak.

La mayoría de las bombas cayó en el área de dormitorios y de adoctrinamiento del campamento. Las zonas de lavandería y entrenamiento quedaron intactas.

La Guía de Identificación de Armamento de la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) señala que las bombas GBU 12 solamente pueden ser transportadas por aviones A7, A10, B52, F111, F117, F15, F16, F/A 18 C/D, F14 y A6.

El Ministerio de Defensa colombiano aseguró que en el operativo ‘Fénix’ se usaron aviones Súper Tucano. No obstante, según la OTAN, estas naves no se incluyen entre las que pueden llevar bombas GBU 12, como las empleadas en el ataque  a la base  irregular.
En diciembre del 2006, Colombia   concretó la compra de 25  aviones Súper Tucano a la empresa Embraer, fabricante  de este tipo de aeronaves, como parte del proceso de modernización de su Fuerza Aérea.

Datos de fabricación de los aviones A-29B Súper Tucano señalan que la aeronave está dotada con un motor turbohélice, controlado por un sistema  digital integrado. Puede llevar  armas convencionales e inteligentes; por ejemplo, el misil Python III, la bomba guiada por láser (LGB) Griffin, o toda la familia de bombas Mk-82.

Además, puede cargar  ametralladoras 0,50 dentro de las alas,  como los aviones de la Segunda Guerra Mundial.

En su informe, la FAE también descartó de manera definitiva que en el ataque se hayan usado aviones Kfir, que forman parte de las filas colombianas.

Ayer, la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) le dijo  a este Diario, a través de su oficina de prensa, que no era posible dar ningún detalle del armamento utilizado en el operativo del 1 de marzo, a menos que la FAE  lo solicite por los canales oficiales. Por el momento, la comunicación entre las dos fuerzas está en suspenso, luego de que el ministro de Defensa ecuatoriano, Wellington Sandoval, pidiera que se termine el convenio de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron). De producirse este requerimiento, explicó la Fuerza Aérea colombiana , se proporcionará el mismo informe sobre el armamento y todo el equipo militar utilizado en la Operación Fénix, que ya fue entregado al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, la semana anterior, durante su visita a Colombia.

Mientras tanto, la FAE seguirá investigando a fin de determinar qué tipo de avión fue el utilizado para bombardear  el campamento de las FARC, que dejó 26 persona muertas. Por ello, incluso se ha mantenido la reserva en cuanto al contenido del informe de la Fuerza Aérea, según informó una alta fuente del Ministerio de Defensa ecuatoriano.

Además, de acuerdo con  datos de Inteligencia Naval, un avión HC-130 despegó desde el FOl  de Base de Manta, a las 19:00 del viernes 29 de febrero y regresó a las 16:30 del día siguiente. Lamentablemente se desconoce el rumbo que tomó esta aeronave de EE.UU., aunque según las autoridades de la base militar, se realizó una labor de control rutinario  a las costas ecuatorianas.

 El HC-130 es la versión mejorada  de combate y rescate del avión  de transporte  C-130.  Su misión principal es proveer combustible en el aire a helicópteros de rescate, aunque también sirve como arma de combate y de transporte de personal y de otras aeronaves.

Los aviones  HC-130  suelen volar de noche, a  bajo nivel  y lanzar todo tipo de operaciones de reabastecimiento. Sus pilotos usan  visores nocturnos.

El reporte forense

El Departamento  Médico Legal  de la Policía entregó a la Fiscalía de Sucumbíos el informe sobre las autopsias realizadas a los 23 cadáveres recuperados en el campamento de las FARC.

En el documento  también se incluyó la indagación sobre el tipo de armas  usadas  en la incursión terrestre del Ejército y Policía colombianos.

Los cuerpos  tenían signos de disparos de armas cortas y largas, del impacto de esquirlas de bombas y daños por la onda expansiva del arsenal.

Las autoridades  todavía  investigan   si existieron ‘tiros de gracia’, que se usaron para ejecutar a los heridos en la base. Según la Aldhu, hay evidencias que al menos nueve cuerpos presentaban  huellas de disparos por la espalda.