El Nuevo Herald
Feb. 14, 2003

Las FARC asesinan en la selva a dos estadounidenses

  G.GUILLEN / El Nuevo Herald
  BOGOTA

  Dos estadounidenses no identificados que sobrevivieron al accidente de un avión ''espía'' que ayer se precipitó a tierra en el sur de Colombia fueron
  asesinados presumiblemente por miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reveló a El Nuevo Herald una alta fuente militar.

  Los cuerpos fueron encontrados, cerca a los restos del avión, con ''tiros de gracia'', explicó la fuente.

  Otros dos estadounidenses y un oficial del Ejército de Colombia que viajaban en la aeronave accidentada se encuentran desaparecidos y se cree que
  hayan sido secuestrados por los guerrilleros que asesinaron a los otros dos, agregó la fuente.

  Este crimen plantea ''una gravísima situación'' y anoche era analizado por la cúpula militar colombiana en una reunión con el presidente, Alvaro Uribe Vélez,
  anotó una fuente.

  Los ministerios de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional mantenían, al cierre de esta edición, conversaciones con la embajadora de Estados Unidos
  en Bogotá, Anne Patterson, para analizar la situación planteada con el homicidio de los dos sobrevivientes.

  Las fuerzas militares de Colombia hacían ayer ingentes esfuerzos por tratar encontrar a los otros tres ocupantes de la avioneta monomotor Cessna-208
  Caravan que ''se estrelló cerca de Florencia [departamento de Caquetá] cuando intentaba realizar un aterrizaje de emergencia antes de las 9:00 de la
  mañana'' de ayer, según un escueto comunicado de la embajada estadounidense.

  El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Jorge Enrique Mora, atribuyó el accidente a ''fallas mecánicas debidamente comprobadas,
  descartando cualquier otro motivo'' y declaró que la nave volaba en cumplimiento de ``una misión de inteligencia''.

  Mora también precisó que ''a los 30 minutos de haber ocurrido el accidente ya había aeronaves'' militares colombianas sobrevolando la zona, situada a
  unos 430 km al suroccidente de Bogotá.

  Otras fuentes dijeron que, adicionalmente, fueron despachadas unidades terrestres del Ejército que llegaron al sitio con el ánimo de practicar el rescate de
  los ocupantes y de los restos de la nave que se incendió después de haber caído a tierra.

  La zona donde cayó el avión estadounidense es dominada por frentes de guerra de las FARC, que se instalaron en las selvas de la región una vez
  clausurada la zona de 42,000 km2 que el pasado gobierno de Andrés Pastrana desmilitarizó para dejar en manos de esa agrupación insurgente durante
  más de tres años.

  Caquetá es una de las regiones colombianas con mayor cantidad de cultivos de coca y laboratorios clandestinos para la fabricación de cocaína.

  De matrícula colombiana HK 1166, la nave accidentada integra los equipos de inteligencia electrónica que emplea EU en Colombia para espiar al
  narcotráfico en colaboración con las autoridades locales.