EFE
LA REALIDAD, México

El ``subcomandante Marcos'' regresó ayer a La Realidad, la cabecera de los
campamentos rebeldes en Chiapas, recuperó las armas que dejó al cuidado del
``comandante Moisés'' y festejó con unos 300 simpatizantes el resultado de la
marcha del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) a la capital
mexicana.

``Marcos'' llegó a esa localidad de la Selva Lacandona sin contratiempos y
festejó entre vivas y petardos su regreso, 40 días después de haber emprendido
la caravana con la que logró llamar la atención sobre la necesidad de defender
los derechos indígenas.

``Ya nunca más nos verán como animales'', exclamó ``Marcos'' en medio de la
euforia de hombres, mujeres y niños que le aguardaban y que cantaron, bailaron
y gritaron vivas durante toda la recepción.

El líder guerrillero llegó acompañado por siete de los 23 ``comandantes'' del
EZLN, que después de la animada fiesta se dispersaron hacia los puestos de
mando que ocupan en la zona.

Durante el último día de su regreso, los zapatistas pasaron por los
desmantelados cuarteles militares que permanecían en su área de influencia
antes de la marcha y que el presidente mexicano, Vicente Fox, ordenó despejar
para favorecer el diálogo.