El Nuevo Herald
May. 16, 2002

Declaran inocente a Sánchez de entrada ilegal a aguas cubanas

  WILFREDO CANCIO / El Nuevo Herald
  CAYO HUESO

  En un virtual cuestionamiento al decreto gubernamental que regula la entrada en aguas de Cuba, un jurado declaró ayer inocente al activista Ramón Saúl
  Sánchez de violar la llamada zona de seguridad de la Florida el pasado año.

  Tras dos jornadas de deliberaciones, los 12 miembros del jurado federal-- de los que sólo uno era de origen cubano-- dieron su veredicto ante el juez
  federal Norman C. Roettger, eximiendo a Sánchez de sendos cargos de conspiración y entrada ilegal en aguas limítrofes cubanas.

  ''Agradezco a este tribunal y a este país por haberme dado la oportunidad de probar mi inocencia'', afirmó Sánchez ante Roettger tras conocerse la noticia.
  ``Porque aun si hubiera sido hallado culpable, seguiría pensando que éste es un lugar de justicia''.

  La decisión constituye la primera derrota en cortes del decreto presidencial 6867, establecido por Bill Clinton en 1996 y ratificado por George W. Bush a
  comienzos del pasado año.

  La fiscalía decidió encausarlo por su presunta intención de desafiar la proclamación presidencial cuando realizaba una flotilla de homenaje a las víctimas del
  remolcador 13 de Marzo.

  Sánchez, de 47 años, administrador de edificios y líder del Movimiento Democracia, se libró así de lo que hubiera sido su segunda condena en cárceles
  federales estadounidenses. Entre 1984 y 1986 cumplió prisión por negarse a declarar contra un activista anticastrista ante un gran jurado en Nueva York.

  Antes de abandonar la sala del tribunal acompañado por una veintena de seguidores, Sánchez abrazó a los fiscales encargados del caso, Eileen O'Connor y
  Ben Greenberg.

  Al salir del edificio federal, el activista hizo un ruedo junto a los abogados de la defensa y un grupo de exiliados, quienes se tomaron las manos para
  realizar una plegaria religiosa. Tras la oración, se entonaron las notas del himno nacional cubano y se lanzaron gritos de ``¡Viva Cuba libre!''.

  ''Para nosotros hoy se ha reivindicado un principio de justicia muy importante'', manifestó Sánchez. ``El pueblo norteamericano ha reconocido en este
  veredicto que el sueño de reunificar a las familias cubanas, divididas por la dictadura de Fidel Castro, no constituye un delito''.

  El abogado Kendall Coffey señaló que la victoria de su cliente envía un fuerte mensaje al pueblo de Cuba.

  ''Es un símbolo de justicia'', enfatizó Coffey. ``El sistema judicial de este país imparte justicia aunque el gobierno esté en desacuerdo, algo que no ha
  sucedido en Cuba en los últimos 40 años, pero que esperamos ver allí en un futuro cercano''.

  Coffey declinó pronosticar si esta decisión provocará cambios en el decreto presidencial, pero insistió en que lo más importante radica en ``el
  reconocimiento de los derechos democráticos del pueblo cubano''.

  La fiscalía no hizo ningún comentario sobre el caso o la posibilidad de apelar la decisión. Sin embargo, el Servicio Guardacostas dijo que continuará
  aplicando la regulación para impedir penetraciones no autorizadas en aguas cubanas.

  Sánchez anunció que aprovechará la visita del presidente Bush a Miami el próximo lunes para pedirle ``que se una a nosotros en el propósito de
  derrumbar las barreras que nos dividen como pueblo, y podamos construir el puente de unidad que reclaman los cubanos de la isla y el exilio''.

  Anteriormente, el juez Roettger había retirado los cargos de Alberto Pérez y Pablo Rodríguez, miembros del Movimiento Democracia y encausados en el
  mismo proceso con Sánchez, por considerar que no existían evidencias suficientes para inculparlos.