El Nuevo Herald
29 de marzo de 2001

Lissette: Una abarcadora mirada al futuro

Con su nuevo álbum, la estrella cubana inicia una etapa
de grácil madurez e infatigable virtuosismo

Sólo la entereza humana, el compromiso profesional y,
sobre todo, la satisfacción de haber cumplido como hija,
le han permitido a la cantante y compositora Lissette
encarar la promoción de su nuevo álbum, a menos de 48
horas del sepelio de su padre, el también cantante Tony
Alvarez.

``Me estuve preparando. Ya lo sabíamos desde hace un
año; él no estaba en condiciones de saberlo para luchar
con esto. Por eso no le dijimos nada'', confirma la artista. ``Pudimos llenarlo de
ternura, de amor. Lo bañamos de atenciones, de todo lo que él se merece. A
cada minuto le decíamos que era lo más grande para todos nosotros''.

Hay tranquilidad en sus palabras al contar los últimos meses con su padre.
``Nos hicimos más cómplices. A veces nos escapábamos solos para que se
pudiera tomar un traguito --mi mamá no lo dejaba-- y yo me lo llevaba a comer
una pizza por ahí, por The Falls y caminábamos'', dice sonriente la intérprete de
grandes éxitos, algunos de los cuales se incluyen en Lissette ¡En Vivo!, la
primera producción del nuevo sello discográfico Latinum.

``Un día nos metimos en una juguetería y nos pusimos a jugar con unas
paletas'', hace una pausa involuntaria, respira hondo y sigue hablándonos.
``Cuando uno sabe que alguien nos va a dejar tratamos de hacerle sentir que le
queremos''.

Su padre, quien siempre encontraba peros a los discos de su hija, esta vez
estaba complacido. ``Le fascinó el disco. En todos los anteriores protestaba,
porque la voz no estaba en primer plano. Yo le explicaba siempre: `Papi, es que
ahora no es como en otras épocas, en que la música estaba en segundo plano y
la voz en primero. Ahora se debe sentir más la banda'. Y él me replicaba: `¡No,
eso no sirve. La voz tuya siempre tiene que estar en primer plano!' Esta vez
estaba contento'', y vuelve a sonreír con ternura.

``Me decía: `¡Mira, estoy erizado!' Tuve la oportunidad de entregarle amor. En los
últimos días, cuando se puso muy malito y ya estaba sufriendo, cuando
pensábamos que era mejor que Dios se lo llevara, tampoco perdió su sentido del
humor. Me hacía muecas y chistes y cuando le preguntaba: `¿Cómo te
sientes?', me respondía: `Bien, gracias a Dios'. Tuvo a toda la familia alrededor''.

Ya la fecha del lanzamiento estaba fijada y Lissette, ilusionada con esta, su
primera producción grabada en vivo, debe emprender la promoción de mercados
donde se espera su arte, como el de Puerto Rico.

``Fue allí donde se hizo el concierto hace un año. En esa serie de
presentaciones fue que se grabó el álbum y todo el que lo ha escuchado lo
encuentra formidable'', nos confiesa la artista.

``Aunque siempre he realizado muchos conciertos, las compañías nunca se
habían interesado en un disco en vivo. Y es una suerte de que salga ahora con
nuestra propia compañía [Latinum Music, está dirigida por ella y su esposo, el
sonero Willy Chirino] y que recoja una especie de resumen de mi carrera en dos
discos, incluyendo mi material más reciente, del disco Amor de luna''.

Lo voy a dividir --uno de los grandes éxitos de Lissette-- compuesto para ella por
Roberto Livi, ha sido escogido como primer sencillo. Tanto ese estremecedor
tema, como otros hits en la voz de la intérprete, entre los que sobresalen
Máquina, de Chirino; A veces, de Jorge Luis Piloto, y canciones compuestas por
ella, como Maniquí, Te propongo, Campo de batalla, Luna llena, y Para siempre,
son recogidas en los dos CD que componen el álbum. ``Muchas de esas
canciones salieron en LP de acetato y ya prácticamente no existen. Ahora están
en CD''.

Pero la novedad más interesante está en la intensidad sincera que se percibe en
el concierto. ``Fueron varias presentaciones, grabamos la primera y la segunda.
Increíblemente, las dos quedaron perfectas. Casi siempre en vivo algo falla, un
acorde, un sonido, algún detalle. Pero esta vez algo especial sucedió y el
concierto quedó...'', hace silencio y vuelve a decir: ``Es muy raro, todo quedó
justo, muy bien''.

En sus presentaciones, Lissette suele incluir atrevidas coreografías y da espacio
a que el público participe, lo que no restó aire o potencia a su voz.

``Cuando una baila y canta a la vez, hay que tener mucho aire. Hay cantantes
que usan las secuencias, es decir, partes pregrabadas, y en vivo sólo se hacen
algunos trozos y doblan su voz para bailar. A mí no me gusta eso. Me resulta
frío y me da terror que pase algo, que se rompa esa cosa... No critico a los que
lo hacen, pero a mí me satisface la entrega completa a ese instante, lo que se
produce en ese encuentro con el público. Es eso lo que trae este álbum en vivo''.

Eclipse total del amor, Copacabana, así como números inolvidables de su
repertorio --Debut y despedida, Salvaje, Amantes por atracción y Martes 2 de la
tarde, entre otros-- aparecen en la producción, que recoge los momentos
culminantes de su carrera, durante la cual ha grabado más de 25 discos de larga
duración, además de haber triunfado en la televisión puertorriqueña como
animadora y actriz, sin olvidar sus presentaciones en la televisión
norteamericana junto a Melissa Manchester o dirigida y acompañada por Michel
Legrand.

``He trabajado mucho, desde niña. Y en este álbum, que no será el último. Por
supuesto, comparto mi vida con los que me conocen y han disfrutado esas
canciones. A los que me recuerdan, en mercados como Colombia, donde
Eclipse total del amor estuvo en el número uno y fue primer lugar en toda
Centroamérica, y a los que no me conocen'', ríe más animada y continúa:
``Miami es una ciudad que se renueva todos los días y sigue llegando gente
nueva de todas partes. Para esos que no me conocen, es una oportunidad de
darles lo que he hecho''.

Sobre la posibilidad de volverla a ver en concierto en Miami, responde ilusionada:
``Creo que esta vez sí. Con la promoción del disco, si la gente lo pide en la
radio, pienso que sí, que muy pronto podemos reunirnos en un concierto como el
del álbum''.

EVELIO TAILLACQ