El Nuevo Herald
Jan. 31, 2003

Estrategia de la Fundación enfrenta a exiliados

  WILFREDO CANCIO ISLA
  El Nuevo Herald

  Las recientes declaraciones del líder de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Jorge Mas Santos, sobre la posibilidad de un diálogo con personeros del régimen castrista, marcaron ayer un nuevo episodio de controversias entre grupos del exilio.

  Aún sin apagarse los ecos polémicos en torno al Proyecto Varela y la visita del disidente Oswaldo Payá Sardiñas a Miami, la manifiesta disposición de Mas Santos a
  conversar con altas figuras del régimen cubano ''pero excluyendo a Fidel Castro y a su hermano Raúl Castro'', provocaron airadas reacciones en la radio local y pusieron nuevamente sobre la mesa el futuro político de la isla.

  ''Me parece un planteamiento demagógico'', opinó Luis Zúñiga, director ejecutivo del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC), entidad creada hace dos años por disidentes de la FNCA. ``Esto demuestra un desconocimiento total de la realidad cubana, porque los individuos que están en el entorno de Fidel Castro, como Carlos Lage [vicepresidente] y Ricardo Alarcón [presidente del Parlamento cubano], no se sentarían a conversar con nadie sin el consentimiento del dictador''.

  La comentarista Ninoska Pérez Castellón, miembro de la directiva del CLC, leyó ayer en su programa radial Ninoska a la Una (WQBA--1140 AM) fragmentos de un discurso de Jorge Mas Canosa (1939-1997) como prueba de que el fallecido líder de la FNCA se opuso siempre al entendimiento con representantes castristas.

  ''Es de las cosas más absurdas que he escuchado en los últimos años'', declaró Pérez Castellón. ``No se puede conversar con las personas que han sido por más de 40
  años los responsables de las violaciones de derechos humanos en Cuba''.

  Según expertos, las afirmaciones de Mas Santos no hacen más que dar continuidad a la tendencia de moderación que ha señalado últimamente el sendero político de la
  FNCA respecto al futuro cubano.

  La Fundación se ha desmarcado de las posiciones radicales del exilio al defender la celebración del Premio Grammy latino en Miami y respaldar la posición del gobierno de Vicente Fox durante los sucesos de la embajada mexicana en La Habana, el pasado año. Su apoyo al Proyecto Varela tuvo su punto culminante en una reciente declaración pública de solidaridad con la disidencia interna.

  Aunque defensor del Proyecto Varela, el ex comandante Huber Matos, presidente de Cuba Independiente y Democrática (CID), calificó de errónea la idea lanzada por Mas Santos.

  'Es algo que está fuera de la realidad', opinó Matos, quien cumplió 20 años como preso político. ``Los Castro y su pandilla son elementos cargados de culpas y de
  crímenes, y sentarse a hablar con algún representante de ese régimen es abrirle una opción al continuismo''.

  Un veterano partidario del diálogo con La Habana, el activista Bernardo Benes, dijo que la propuesta resulta ambigua.

  ''No se puede dialogar a medias, porque en Cuba quien decide las reglas del juego hace 44 años es Fidel Castro'', señaló Benes. ``En el diálogo sucede como en el
  embarazo: o es completo o no es''.

  Benes observó que el planteamiento esbozado por Mas Santos había sido ya implementado por su padre, quien en 1996 sostuvo un debate televisivo, frente a frente, con Ricardo Alarcón.

  La FNCA insistió ayer en que las declaraciones de Mas Santos apuntaban a un diálogo nacional para impulsar los cambios democráticos.

  ''Los únicos que están hoy interponiéndose en el futuro de Cuba son Fidel y Raúl Castro'', aseveró Joe García, director ejecutivo de la FNCA. ``En un segunda fase
  tendremos que hablar con todo el mundo en Cuba''.

  Para el analista político Ernesto Betancourt, fundador de Radio Martí, la declaración es muy positiva, ''porque no pone en peligro nada'' y rompe con la imagen
  esquemática que los cubanos de la isla tienen sobre la Fundación.

  Betancourt opinó que en algún momento habrá que conversar con la gente que está dentro del régimen, como sucedió en la mayoría de los procesos de transición política en Europa del Este.

  ''El futuro de Cuba pasa por la conversación'', agregó el analista. ``Y es sano que lo exprese una voz autorizada del exilio, porque el que nunca ha estado dispuesto a
  conversar es el régimen cubano''.

  El Movimiento Democracia defendió un punto de vista similar.

  ''Conversar será siempre una práctica cívica y honrada mientras se haga en el mejor interés de la libertad de Cuba'', manifestó Ramón Saúl Sánchez, presidente de
  Democracia. ``El mensaje que debe recibir la nomenclatura del régimen es que hay un futuro posible para todos''.