El Nuevo Herald
Thu, Nov. 09, 2006

Entierran simbólicamente a Castro en Miami


                                                                         Momento en el que llevan el busto de Fidel Castro hasta un camión
                                                                         de basura, donde fue depositada y triturada, en la calle 8 de Miami.
 

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Miami sepultó ayer al gobernante Fidel Castro a ritmo de La Guantanamera. Fue el entierro simbólico de una escultura que terminó destrozada en un carro de recogida de basura, pero los asistentes lo celebraron como si estuvieran anticipando el ``momento de la verdad''.

El proyecto concebido por el escultor estadounidense Daniel Edwards para exhibirlo en el Central Park de Nueva York, fue finalmente puesto en las manos de exiliados cubanos para que decidieran su destino: un basurero en las afueras del condado Miami-Dade.

Unas 700 personas se aglomeraron en las inmediaciones del Restaurante Versailles para ver pasar la cabeza de cinco pies de altura que creó Edwards bajo el título de Retrato de Fidel Castro en el lecho de muerte.

''Me siento agradecido con todas las personas que estuvieron dispuestas a compartir su dolor conmigo'', dijo Edwards, quien viajó desde Connecticut para participar en el acto. ``Ha sido una demostración impresionante''.

El artista, de 41 años, atribuyó a la ''falta de comunicación'' las declaraciones hechas por la Galería Capla Kesting de Nueva York al anunciarse su deseo de destruir la escultura. Sus galeristas afirmaron entonces que fue presionado por extremistas cubanos de Miami.

. ''Esta es una comunidad muy respetuosa y amable'', dijo Edwards, quien firmó autógrafos a los presentes.

La pasada semana, Edwards desistió de sus planes iniciales tras escuchar los testimonios de la comunidad cubana en el programa El Traketeo, de la emisora local La Kalle 98.3 FM. El escultor propuso entonces incinerar la obra ``por respeto al sufrimiento de los exiliados''.

La decisión de Edwards, conocido por sus polémicas esculturas de Britney Spears y Hillary Clinton, terminó ayer en un espectáculo popular en el corazón de La Pequeña Habana. Los realizadores de El Traketeo transmitieron en vivo desde el lugar.

La Policía de Miami cerró la vía lateral del Restaurante Versailles y colocó barreras y desplegó numerosos agentes en la zona. Dos muñecos con la imagen de Hugo Chávez y Osama bin Laden flanqueaban una tarima gigante, a la que subieron la cantante Albita Rodríguez y su grupo para poner sabor criollo a la inusual ceremonia.

Cerca de las 11 a.m. un camión de basura de la ciudad de Miami se aproximó a la tarima. Miembros de la organización Vigilia Mambisa condujeron la estatua en una jaula de hierro hasta el contenedor de desperdicios y la lanzaron junto a otros desechos , acompañados por gritos desde la multitud de: ``¡Que se muera!''.

''Hoy Fidel Castro va de La Kalle al basurero de la historia, que es donde debe estar'', expresó desde la tribuna la comentarista radial Ninoska Pérez Castellón, directora del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC). ``Jamás había oído en un día tantos testimonios conmovedores como los que se dejaron escuchar en esta emisora para convencer a Edwards de que no exhibiera su escultura''.

Albita inició su concierto. Huevos lanzados desde la multitud hicieron blanco en los periodistas del Canal 2 de la televisión francesa que filmaban la escena. A las 11:22 a.m., la cabeza de Castro descansaba ya en un montón de cartones y botellas desechables.