El Nuevo Herald
lunes, 24 de noviembre de 1997

Deceso deja profundo vacío en exilio cubano

CYNTHIA CORZO
Redactora de El Nuevo Herald

El deceso de Jorge Mas Canosa deja un profundo vacío en un exilio históricamente fragmentado cuyas ansias de llevar la democracia a Cuba él supo unir, muchas veces, en una sola voz.

A la cabeza de la Fundación Nacional Cubano Americana, Mas Canosa logró elevar al plano internacional la causa anticastrista. Su influencia se hizo sentir en los pasillos del Congreso y en la Casa Blanca, así como en las cancillerías más importantes de Europa y América Latina.

"Cualesquiera que sean las diferencias políticas, su muerte es un serio revés a los esfuerzos de los cubanos libres en Estados Unidos de lograr una política estadounidense fuerte contra Fidel Castro'', afirmó Frank Calzón, director del Proyecto Cuba de Freedom House, y ex director ejecutivo de la Fundación. "Los cubanos vamos a tener que pensar muy seriamente cómo lidiar con una pérdida de esta magnitud''.

Un ex funcionario del Departamento de Estado que no quiso ser identificado, expresó que no hay ni habrá nadie que pueda sustituir a Mas Canosa como defensor de la causa cubana.

"Tenía una inigualable combinación de inteligencia, determinación y persistencia en luchar por lo que creía que eran los objetivos de la comunidad cubanoamericana'', dijo.

Añadió que si la Ley Helms-Burton no hubiera sido firmada, en respuesta al derribo de dos avionetas de Hermanos al Rescate por cazas cubanos, la Fundación no estaría desempeñando, como lo está ahora, un papel tan importante en las decisiones políticas con respecto a Cuba.

"En los últimos cinco años, Jorge fue una influencia moderada en las políticas del exilio'', precisó el ex funcionario. "Mientras Hermanos al Rescate provocó confrontación y el Movimiento Democracia causó una muerte, Jorge fue el que debatió con Ricardo Alarcón en televisión. No creo que exista otro líder del exilio que acepte ese reto''.

Jaime Suchlicki, profesor de estudios cubanos de la Universidad de Miami, señaló que Mas Canosa ha representado una importante voz entre los que favorecen una línea dura contra Castro. Ha sido decisiva su influencia ante la política estadounidense en el Congreso y ante gobiernos internacionales.

"Usó su influencia para que le presten atención a la causa de Cuba'', precisó Suchlicki. "El era de una personalidad extremadamente fuerte, dinámica y activa que va a ser difícil reemplazar''.

Aunque no será fácil hallar un líder que tome la antorcha de Mas Canosa, Suchlicki estimó que hay otras personas dentro de la comunidad cubana que podrían seguir su labor.

"Hay otra gente, pero no del calibre de él. . . en Washington, dentro de la Fundación, hay gente que puede'', dijo Suchlicki. "La Fundación no se va a desmoronar por su muerte''.

El mayor impacto de la muerte de Mas Canosa, apuntó Damián Fernández, profesor de la Universidad Internacional de la Florida, se hará sentir en lo relativo a su sucesión y a la transición bajo la dirección de un nuevo líder.

"¿Quién va a reemplazar a una figura de autoridad que ha sido tan prominente y tan influyente?'', dijo. "Es algo muy difícil'', comentó Fernández. "Mas Canosa aprendió el juego político como ningún otro''.

Este vacío, según Fernández, podría abrir las puertas a otros puntos de vista sobre la democratización de Cuba no presentados hasta ahora.

"Siempre ha habido cierta preocupación sobre qué diría Mas Canosa. La política de la comunidad exiliada ha estado muy personalizada alrededor de Mas Canosa, y es hora de hablar de temas'', precisó.

En el próximo año, Fernández vislumbra un cambio de guardia en el cual una nueva generación de líderes cubanoamericanos tendrá que surgir y asumir el reto de continuar el proceso de luchar por la libertad de Cuba.

El exilio no es el único que va a sentir el vacío que deja la muerte de Mas Canosa, apuntó. Cuba, de hecho, se queda sin su temido archienemigo, a quien la propaganda gubernamental culpa de los principales males que agobian a la isla, así como de querer llevar el país a un desenfrenado y pernicioso capitalismo.

"Sin su némesis, Fidel va a tener que buscar un contrincante de la estatura de Mas Canosa'', puntualizó. "Y eso no va a ser fácil. Durante años La Habana lo ha pintado como el demonio y ahora van a sentir su pérdida''.

Otros aseguran que la muerte de Mas Canosa no tendrá un impacto significativo en la política estadounidense hacia Cuba, ni tampoco en la labor de cabildeo que se lleva a cabo en Washington.

"Las cosas realmente no cambiarán, porque las ideas de Jorge Mas Canosa son ideas que muchos mantienen con gran fervor'', dijo Phil Peters, ex funcionario del Departamento de Estado y ahora principal asociado del Instituto Alexis de Tocqueville, en Washington, D.C. "Su genio fue que creó una institución que presenta y argumenta a favor de esos ideales en todos los foros disponibles. . . y eso no va a desaparecer''.

Casi todos coinciden en la necesidad de seguir adelante con la labor que inició Mas Canosa hace casi dos décadas, para mantener la causa cubana en la palestra pública internacional y conseguir apoyo a favor de la democratización de la isla a todos los niveles.

"La mejor forma de honrarlo es llevar adelante su visión hasta llegar a una Cuba libre sin Castro'', afirmó Rafael Peñalver, abogado cubanoamericano. "Quizás, con este vacío, el exilio va a tener que reexaminarse y ver cómo entre todos llevamos adelante esta posición''.

Lula Rodríguez, subsecretaria adjunta de asuntos públicos del Departamento de Estado, exhortó a la comunidad cubanoamericana a hallar fuerzas en el dedicado ejemplo de Mas Canosa.

"Jorge ha inspirado a suficientes personas'', afirmó Rodríguez. "Estos pueden seguir lo que él empezó''.

Las interrogantes son quién y cómo. Hasta ahora, no se han barajado nombres de posibles sucesores, y muchos afirman que reemplazar a Mas Canosa sería punto menos que imposible.

Las características personales de Mas Canosa, su hábil interpretación de la realidad y de la política, su dinamismo y su dedicación, son cualidades de un "verdadero líder'' difíciles de hallar, explicó Julio Estorino, comentarista radial.

"Tenemos que unirnos más para que el sueño de Jorge Mas Canosa de una Cuba libre pueda hacerse realidad'', comentó.

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