El Nuevo Herald
24 de diciembre de 1998

 Concertación no excluye ningún escenario de lucha

 PABLO ALFONSO
 El Nuevo Herald

 El moderador de la Concertación Cívica Cubana (CCC) Antonio Jorge,
 expresó su confianza en que las principales organizaciones del exilio
 cubano logren finalmente crear un consenso para actuar de común
 acuerdo ante el régimen comunista que encabeza hace cuatro décadas
 Fidel Castro.

 Jorge, profesor de economía de la Universidad Internacional de la
 Florida (FIU), constituyó hace algunos años la CCC, junto a poco más
 de medio centenar de cubanos, con el propósito de facilitar la
 colaboración entre sí de las organizaciones políticas del exilio.

 En Cuba, Jorge fue profesor de Economía de la Universidad de La
 Habana y también de la Universidad Católica de Villanueva. Al triunfo de
 la revolución, en 1959, regresó a La Habana de su primer exilio en
 Miami y ocupó el cargo de Subsecretario de Hacienda para asuntos
 económicos hasta 1960 cuando renunció a causa del rumbo marxista que
 Castro imprimió al proceso revolucionario. Salió exiliado hacia Madrid
 en 1962 y un año después llegó a Miami, donde reside desde entonces.

 En esta entrevista con El Nuevo Herald, Jorge explica el trabajo de la
 CCC y su interpretación de la situación cubana.

 ENH: ¿Cómo nació la Concertación y con qué objetivos?

 AJ: La Concertación se inició hace aproximadamente cinco años con
 dos propósitos: el primero, y fundamental, era el de servir de vehículo
 facilitador para la coordinación de algunas de las actividades de las
 organizaciones político-patrióticas y cívicas del exilio. Nuestro objetivo
 fue propiciar la búsqueda de un mínimo común denominador entre esas
 organizaciones que sirviera de base común a una coordinación de
 esfuerzos. Durante ese proceso que recién concluye, fueron los propios
 dirigentes de esas organizaciones quienes encontraron esos puntos
 comunes.

 La idea fue presentar un frente común en la lucha por la libertad de Cuba
 y en ese sentido, en términos generales, creemos que ese objetivo ha
 sido cumplido.

 ENH: ¿Cree usted que se ha logrado ya una verdadera unidad entre los
 distintos grupos del exilio?

 AJ: Existe ahora un clima de opinión, un estado de conciencia entre las
 diferentes organizaciones muy favorable a la coordinación, convergencia,
 o como quiera usted llamarle de nuestros esfuerzos.

 La Concertación estima que ha contribuido, modestamente, en alguna
 medida, a la formación de esa conciencia a través de reuniones,
 programas de información en radio y televisión, seminarios y actividades
 de todo tipo.

 Y creo, además, que ese estado de conciencia es altamente saludable no
 sólo para la lucha presente sino en el fomento de un espíritu de
 cooperación entre los cubanos, cosa que es muy necesaria entre
 nosotros como pueblo.

 ENH: Y ese clima de unidad, que usted considera se ha logrado, ¿cómo
 se manifiesta concretamente en el exilio?

 AJ: En nuestra apreciación ese clima se manifiesta a través de los
 programas de radio, en el contacto con el pueblo, en las reacciones que
 tienen muchas personas. Vemos hoy en día que esa concertación es el
 reclamo de muchos líderes del exilio, de sus principales organizaciones.
 Y eso hace unos años no era el caso.

 Yo creo que ese sentimiento o estado de opinión ha permeado en el
 ambiente del exilio, es bastante palpable.

 ENH: ¿Y cuál es ahora el futuro de la Concertación?

 AJ: Nosotros vamos a concentrarnos en nuestro segundo propósito que
 es el de servir de un foro de orientación, de reflexión, de opinión, al
 margen de todas las organizaciones; sin una agenda política propia.
 Aspiramos a servir en ese sentido a todas las organizaciones del exilio.

 No somos un grupo político y nunca nos consideramos como tal. Más
 bien somos un grupo de análisis, integrado por unas 75 personas que
 cubren una amplia gama de profesiones y actividades.

 ENH: ¿Cómo interpreta la Concertación el presente cubano y sus
 posibilidades de cambio político hacia la democracia?

 AJ: En primer lugar, quiero aclarar que la Concertación no se adscribe
 ni aboga por ninguna estrategia o método de lucha en particular. No
 excluimos ningún escenario de lucha, ninguna posibilidad a la hora de
 interpretar la actual situación nacional.

 Sin embargo, creemos firmemente que el restablecimiento de un estado
 de derecho en Cuba, se logrará fundamentalmente a través de los
 movimientos de la oposición interna.

 Por eso destacamos la importancia de ayudar y cooperar a desarrollar
 esa oposición interna, en una forma u otra.

 ENH: ¿Qué quiere usted decir con una forma u otra, se refiere a luchas
 pacíficas o violentas?

 AJ: Esas son opciones que le corresponde asumir al pueblo de Cuba.
 No podemos dictar al pueblo de Cuba la forma en que deben tener lugar
 los cambios que necesita el país. Simplemente creemos que sí debemos
 darle todo el apoyo posible a esa oposición.

 Nosotros en particular contribuímos a llevar la verdad de la realidad
 cubana ante los organismos internacionales y los centros de opinión
 pública y abogamos ante los líderes políticos del mundo por la necesidad
 de propiciar el cambio político en Cuba hacia un estado de derecho.

 ENH: Pero, en definitiva, ¿ustedes consideran que los cambios ocurrirán
 en Cuba, desde Cuba?

 AJ: Básicamente sí. No excluimos cualquier otra posibilidad, pero
 esencialmente es así. Los cambios tendrán lugar dentro de Cuba
 mediante un proceso interno. No sólo es la vía más factible sino la más
 deseada.

 ENH: ¿Qué papel juega entonces el exilio en esa dinámica?

 AJ: El de facilitador de ese proceso a través del apoyo moral,
 económico y de la difusión de la realidad nacional ante la opinión pública
 internacional.