El Nuevo Herald
Jul. 08, 2005

Visita Miami un padre que quiere viajar a Cuba

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Después de desandar los pasillos del Congreso y comparecer en espacios estelares de televisión defendiendo el derecho de viajar a Cuba, el sargento Carlos Lazo decidió venir a Miami para convencer a sus compatriotas de que la restricción de visitas familiares sólo favorece a ``la fortaleza sitiada de Fidel Castro''.

''La gente que va de visita y les habla allí a amigos y antiguos vecinos del barrio sobre lo que es democracia, libertad de expresión y otros mil temas, son los mejores embajadores para los cambios en Cuba'', afirmó ayer Lazo en conversación con El Nuevo Herald. ``Lo contrario es dejarle ese espacio al discurso de Castro y a las mentiras del [periódico] Granma''.

Lazo, de 40 años, galardonado con la medalla Estrella de Bronce por su actitud heroica en la batalla de Fallujah, viajará hoy desde su residencia en Seattle, en el estado de Washington, para comparecer ante el programa A mano limpia, del canal 41-AmericaTeVé. Su caso tomó notoriedad nacional luego que, a su retorno de la guerra de Iraq, se ha visto impedido de visitar a sus hijos Carlos Manuel, de 19 años, y Carlos Rafael, de 16, ambos residentes en La Habana.

''Quiero dejarle saber todas mis razones a la comunidad de Miami'', explicó Lazo, quien abandonó la isla en balsa en 1992 y fue rescatado a seis millas de Cayo Hueso. ``Queremos cambios democráticos en Cuba, pero no a cuenta de sacrificar la familia que queda en el medio de este conflicto''.

Lazo se quejó de que funcionarios de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (USINT) se comunicaron esta semana con sus hijos para citarlos a la sede diplomática y considerar el otorgamiento de visas de visitantes.

''Esto se ha hecho a mis espaldas, en contra de una decisión familiar que habíamos discutido'', relató Lazo. ``Por diversas razones, ellos [los hijos] no pueden venir ahora''.

De acuerdo con Lazo, el jefe del Buró de Asuntos Cubanos en el Departamento de Estado, Kevin Whitaker, lo llamó días atrás para ofrecerle que sus hijos pudieran reunirse con él en EEUU. El menor, Carlos Rafael, estuvo hospitalizado por diez días con una infección bacteriana y actualmente se restablece en el hogar.

''No quise cerrar esa posibilidad para el futuro, pero les dije que ahora no era el momento'', contó Lazo. ``Los funcionarios de la USINT han actuado sin contar conmigo''.

Anoche un alto funcionario del Departamento de Estado confirmó que en virtud de su situación personal, Lazo fue contactado para sugerirle que arreglara una cita para sus hijos en la USINT con el propósito de considerar sus visas.

''Fue una sugerencia sin ninguna garantía de que las visas serían otorgadas'', explicó el funcionario que pidió anonimato. ``El indicó la preferencia de que el encuentro familiar fuera en Cuba''.

Lazo elevó una petición a la Casa Blanca para obtener un permiso excepcional por razones humanitarias y poder viajar a la isla. De lo contrario, no podrá hacerlo hasta abril del 2006, tres años después de la anterior visita.

''Pero estoy pesimista'', aseveró Lazo. Según le informaron fuentes congresionales, la petición está hace una semana en el despacho de Condoleezza Rice.

El funcionario consultado por El Nuevo Herald insistió en que ``el criterio de la administración es no hacer excepciones''.

''Dudo que se haga una excepción en su caso'', agregó la fuente. ``¿Dónde quedaría entonces la línea para negar otras peticiones?''

Lazo considera que la política de restricciones ''refuerza al régimen totalitario'', y añade ``el desastre de la incomunicación familiar al desastre que ya los cubanos tienen que padecer allí''.

En Cuba, Lazo cumplió un año de cárcel por intento de salida ilegal en 1988, lo que le impidió continuar sus estudios universitarios. Tras conseguir llegar a EEUU en 1992, vivió en Hialeah por seis años antes de radicarse en Seattle.