El Nuevo Herald
21 de marzo de 2001

La Habana estampa honores en el Mig-29 que derribó las avionetas

Dos estrellas rojas pintadas en el fuselaje marcan la 'victoria' en el desigual combate

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

El gobierno cubano consideró una victoria en combate el derribo de las avionetas
de Hermanos al Rescate en 1996, a juzgar por las dos estrellas rojas que
ostenta en su fuselaje el MiG 29 utilizado para derribarlas.

En el juicio que se sigue en un tribunal federal de Miami contra cinco hombres
acusados de espiar para la isla, el equipo de la defensa mostró ayer varias fotos
tomadas el pasado 17 de febrero en la base aérea de San Antonio de los Baños
a los aparatos involucrados en la operación militar --el MiG 29 y un MiG 23-- por
el coronel retirado George Bukner.

Bukner, un ex piloto de combate con amplia experiencia militar y de inteligencia
en Vietnam, y que estuvo por años asignado al NORAD, principal centro de
defensa estratégica de Estados Unidos, viajó a la isla en su calidad de experto
de la defensa del cubano Gerardo Hernández, quien enfrenta cadena perpetua
por supuesta participación en una conspiración para derribar las avionetas.

En el tribunal, el ex piloto describió algunos de los vuelos de Hermanos al
Rescate, tanto dentro como fuera del espacio aéreo cubano, como
``movimientos militares'' en aviones que tenían ``indicios militares'', lo cual ``pudo
asustar a los cubanos'', dijo.

``¿Cómo llegó a esa conclusión?'', preguntó el abogado de la defensa, Paul
McKenna. Bukner dijo que lo hizo después de estudiar las conversaciones de
los aparatos con la torre de control, y declaraciones públicas de los activistas de
Hermanos.

``No es normal que un piloto civil llame `misión' a un vuelo civil, o hable de `área
de operaciones' para referirse a la zona de vuelo'', añadió el ex piloto.

Según explicó ayer Bukner, en Cuba tuvo oportunidad de visitar las diferentes
torres de control involucradas en el derribo de las avionetas, conversó con el
personal que estuvo de servicio ese 24 de febrero de 1996, y le permitieron
acceder a la base de San Antonio de los Baños, unos 40 kilómetros al sur de La
Habana, donde conversó con oficiales y pilotos e inspeccionó de cerca a los
cazas de combate.

Además, las autoridades le proporcionaron un Cessna 337 Skymaster, similar a
los usados por los pilotos de Hermanos, con el cual reconstruyó el vuelo de
Basulto el 13 de abril de 1995 sobre la capital cubana y algunas incidencias del
24 de febrero del año siguiente, cuyos detalles serán presentados entre hoy y
mañana al jurado.

``El día estuvo muy bueno; las condiciones atmosféricas eran similares a las
existentes [el día del derribo]. Se hizo un vídeo, pero no con la idea de hacer una
reconstrucción exacta, sino establecer algunos detalles [del vuelo del 24 de
febrero]; mostrar cómo y a qué altitud [el 13 de abril] volaron sobre La Habana'',
dijo McKenna.

Pero como ese vídeo fue hecho sin la participación de la fiscalía, el fiscal federal
asistente, John Kastrenakes, objetó su presentación. ``Señoría, no hay forma de
determinar si las condiciones eran las mismas, si las conversaciones en el
aparato fueron las mismas'', dijo Kastrenakes.

De todos modos, la jueza Joan A. Lenard decidió aceptar el vídeo, aunque
prohibió que el jurado viera hoy la cinta acompañada del sonido.