El Nuevo Herald
20 de enero de 2001

Presunto espía informaba al FBI sobre Roque

El agente del FBI 'prácticamente me imploró' que le informara sobre Roque,
afirmó González a La Habana

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

En los días posteriores de la fuga a La Habana de Juan Pablo Roque, la Oficina
Federal de Investigaciones (FBI) terminó recurriendo a otro presunto agente
cubano en Miami para que averiguara qué había pasado con su informante.

En uno de los mensajes enviados a la isla por René González, que junto a otros
cuatro hombres está siendo juzgado en un tribunal federal acusado de espiar
para Cuba, éste relata cómo fue abordado por el agente Al Alonzo, del FBI,
quien le pidió ayuda para reconstruir los últimos momentos de Roque en EU.

``Quieren descifrar un enigma: ¿Juan Pablo fue enviado acá clandestinamente, o
cambió de idea aquí? Le dije que pensaba que fue enviado clandestinamente'',
escribió González en octubre de 1996 en un informe enviado a sus superiores en
La Habana, luego de reunirse con Alonzo en un restaurante de la Calle Ocho.

Según el informe, incautado por las autoridades durante las investigaciones de
las actividades de la ``Red Avispa'', Alonzo ``prácticamente me imploró'' que le
informara sobre Roque.

Su regreso a Cuba, al día siguiente del derribo de los aviones de Hermanos al
Rescate, causó una fuerte perturbación en el FBI, ya que durante años Roque
fue un informante suyo al cual pagaron $7,000 para que reportara las actividades
de la organización exiliada.

``Hablamos sobre Juan Pablo [Roque]. Dentro de lo posible, ellos están tratando
de recrear los últimos días de Juan Pablo aquí. Quieren saber quiénes fueron
sus últimos contactos antes de irse'', narró González.

Pero las autoridades aseguran haber descubierto en 1998 que los dos eran
realmente parte de una red de espionaje y, entre otras cosas, colaboraron en el
derribo de las avionetas.

El descubrimiento debe haber sido doblemente impactante, porque Alonzo le
había propuesto a González que también espiara a Hermanos al Rescate y el
Movimiento Democracia por cuenta del FBI, pero éste se excusó con el
argumento de que no quería herir a los exiliados.

``Le dije que si alguien me daba un avión para tirarle un bomba en la cabeza a
Fidel, no estaba seguro de que informaría al gobierno americano sobre el
asunto'', escribió el supuesto espía castrista.

Aunque el agente federal dijo entender la posición de González, insistió en que
pudiera ayudarlo a detectar algún tipo de plan que perjudicara a las
organizaciones del exilio. ``Muchos de estos planes son hechos por infiltrados
cubanos aquí en Miami'', dijo Alonzo, quien ha asistido a todas las sesiones del
juicio.

Hubo consenso. González dijo que lo contactaría si detectaba algo relacionado
con eso, aunque ``le dije que entendiera que no sería un informante sobre
Hermanos al Rescate y el Movimiento Democracia, aunque no estaba de
acuerdo con la cruzada de Basulto contra el gobierno actual [la administración
Clinton], y creyendo que fue de algún modo irresponsable por la forma en que
manejó la situación el 24 de febrero [día del derribo de las dos avionetas de la
organización]'', informó González al Centro Principal.