El Nuevo Herald
15 de marzo de 2001

Cuba y EU entregan información para la defensa de los presuntos espías

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

Durante su testimonio del martes en el juicio a los cinco acusados de espiar
para Cuba, José Basulto, el líder de Hermanos al Rescate, arrojó luz --tal vez sin
darse cuenta-- sobre una enigmática y curiosa colaboración entre Estados
Unidos y Cuba.

En un momento de su declaración, Basulto reaccionó a las inquisiciones de uno
de los abogados defensores preguntándole si trabajaba para el gobierno cubano.
Aparentemente, ambos gobiernos han proporcionado a la defensa una serie de
datos sobre el exilio cubano.

Ese día, el abogado Paul A. McKenna preguntó a Basulto sobre hipotéticos
planes de adquirir un moderno avión caza y la construcción de un aparato
explosivo, pero no indicó de dónde provenían los informes.

El activista negó que Hermanos se haya interesado en algo así, pero agregó que
uno de los principales promotores de esos proyectos fue el espía cubano Juan
Pablo Roque. Y como éste escapó a la isla, hubo quien pensó que el dato pudo
venir de La Habana.

Pero no ha sido así. ``La defensa está usando información conseguida del FBI'',
reveló el fiscal asistente, John Kasternakies. Todo parece apuntar que fue Roque
quien informó a la agencia federal de los supuestos planes de Basulto.

Según fuentes familiarizadas con el juicio --que pidieron anonimato--, durante su
preparación la defensa emitió una serie de citaciones judiciales exigiendo
información confidencial sobre los acusados. Pero también pidió datos sobre
organizaciones del exilio cubano que, en algunas ocasiones, fueron objeto de
vigilancia por parte de los cinco supuestos espías cubanos.

Los archivos del FBI fueron una de las canteras de esos materiales, pero no la
única.

En los meses anteriores a las audiencias, revelaron las fuentes, los cinco
abogados de la defensa, los fiscales, un par de especialistas legales y uno que
otro agente del FBI viajaron a la capital cubana, donde entrevistaron y filmaron
declaraciones de oficiales del ejército, del Ministerio del Interior y de funcionarios
de aeronáutica civil, quienes serán presentados próximamente como testigos.

Pero además de esas entrevistas, la defensa --que ha estado en la isla seis
veces-- se reunió con familiares de los supuestos espías, añadieron las fuentes,
y pudieran haber recabado del gobierno cubano datos adicionales sobre
organizaciones del exilio cubano.

Esta información puede estar orientadas a demostrar lo que ha sido la estrategia
básica de la defensa. O sea, que el exilio cubano representa una amenaza para
Cuba, y al querer saber por adelantado sus planes la labor de los espías tenía
una razón de existir.

Hasta ahora, en dos ocasiones, la defensa ha hecho uso de esos datos, cuando
presentó al jurado una biografía detallada, política y militar de los acusados, y
cuando la fiscalía dijo que no pudo descifrar el contenido total de un mensaje
interceptado, la defensa le entregó el texto completo.

El FBI está obligado a entregar a la defensa todo lo que tenga sobre alguien a
quien acusa, pero para Cuba esa disposición puede ser realmente una especie
de ``seguro de vida''.

``Ellos tienen otra red, sin duda alguna. Penetran organizaciones con varias
redes diferentes y que, por supuesto, mantienen compartimentadas'', dijo a El
Nuevo Herald, Felix Rodríguez, veterano jubilado de la CIA.

Y la mejor forma de mantener esas redes funcionando es haciendo todo lo
posible para ayudar a la que fue descubierta. Es como que una garantía, añadió.