El Nuevo Herald
4 de junio de 2001

Cuba usó alucinógenos al adiestrar a sus espías

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

Cuba experimentó con técnicas de hipnosis y alucinógenos para "modificar la
conducta'' de numerosos agentes que fueron enviados al extranjero desde finales
de los años 80, aseguró en Miami un ex oficial de la inteligencia cubana que
desertó en Estados Unidos en 1995.

``Entre estos alucinógenos estaban la psilocibina y el LSD. Era un proyecto
similar al MK-Ultra de la CIA, del cual se consiguió y tradujo tanta información
como fue posible obtener'', escribió el desertor en un documento obtenido
semanas atrás por El Nuevo Herald.

El polémico MK-Ultra iniciado por la CIA consistía en el uso de drogas para
explorar la posibilidad de ``dominar las mentes a larga distancia''.

El ex oficial --identificado por los seudónimos de Alex y José-- habló bajo
condición de anonimato, pero proporcionó a El Nuevo Herald un informe escrito
de nueve páginas que resume el testimonio ofrecido al FBI pocos días después
de su deserción, así como documentación fotográfica.

A su llegada a territorio norteamericano, Alex tenía la misión de contactar a
otros agentes, especialmente en el área de Miami, donde operaba entonces la
llamada Red Avispa. A comienzos de este año decidió romper su silencio,
motivado por el juicio que se sigue en Miami contra cinco presuntos espías
cubanos.

``Puedo asegurar que la Red Avispa [desarticulada en septiembre de 1998] es
apenas una porción del trabajo de espionaje que se había concebido para infiltrar
Estados Unidos a largo plazo'', señaló Alex, que vive ahora en el sur de la
Florida.

La oficina del FBI en Miami declinó hacer comentarios sobre el caso, pero tres
ex oficiales de la inteligencia cubana que residen actualmente en Estados
Unidos, corroboraron --por separado-- la procedencia y la credibilidad de Alex.

``Por los datos relacionados, puedo asegurar que se trata de información de
primera mano", aseveró el ex capitan de la contrainteligencia Carlos Cajaraville,
quien llego a Miami en 1995.

El informe de Alex se centra en el desempeño del teniente coronel de la
Dirección General de Inteligencia, Eduardo Rodríguez, alias Martín ``El Manco'',
fundador de los órganos de Seguridad del Estado en 1959.

Cercano colaborador del fallecido ex ministro del Interior (MININT) José Abrantes,
Rodríguez era considerado un experto en los métodos de trabajo de la CIA. En la
década del 80, el alto mando del Ministerio del Interior le dio órdenes directas
para que trabajara en la preparación de los agentes de la inteligencia cubana que
serían enviados al exterior.

"El Manco manejó directamente las investigaciones sobre hipnosis y el uso de
drogas en la preparación de agentes'', señaló el desertor. ``Fue el artífice de este
repentino auge de estudio de la parasicología y la hipnosis, temas que hasta ese
momento eran tabú en la comunidad científica cubana, y hasta se invitaron a
Cuba a científicos de la talla de [el especialista soviético] Vladimir Raykov''.

De acuerdo con el testimonio, Rodríguez participó en la creación de la Sociedad
Cubana de Hipnosis (SCH), en 1985, sufragada con fondos secretos de la
Dirección General de Inteligencia. Bajo su mando se seleccionó el personal
científico para esa entidad, muchos de los cuales ya laboraban como agentes o
informantes de la Seguridad del Estado.

"Esta sociedad [la SCH] sólo fue una `cortina de humo' para justificar ciertos
experimentos sobre modificación de conducta bajo hipnosis y sobre el uso de
drogas para los propósitos de (...) inteligencia y contrainteligencia", subraya el
informe.

Según Alex, para los experimentos con los potenciales agente, se utilizaban
habitaciones en los hoteles Riviera y Presidente, en la zona de El Vedado, y se
llegó a financiar viajes al extranjero de los especialistas involucrados en el
proyecto.

Rodríguez, de 59 años, fue detenido e interrogado a raíz de la llamada Causa
No. 1, de 1989. En la actualidad está retirado y reside en La Habana, ya sin la
influencia que tuvo dentro del MININT.

El informe de Alex menciona al menos tres agentes que fueron reclutados y
entrenados por Rodríguez en La Habana, a finales de los 80:

   Antoine Avila, un ex funcionario de la Embajada de Francia en Cuba. Fue
detectado como contrabandista de joyas y obras de artes, y se le reclutó para
que ofreciera información sobre los sistemas de alarma, registros de seguridad y
personal de esa sede diplomática. Se le utilizó para que ``favoreciera'' las
donaciones, créditos y colaboración de instituciones francesas dedicadas a
fomentar el desarrollo de países del Tercer Mundo. Avila distorsionaba la
información sobre la realidad cubana que debía enviar periódicamente al
Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia.

   Cosme González Carone, un antiguo agente de la contrainteligencia que se
comisionó para las operaciones económicas del MININT, particularmente en
Panamá. Mantuvo una estrecha relación con el general Manuel Antonio Noriega,
el ex hombre fuerte de Panamá, y concertó negocios a través de la compañía
MOINSA Motores Internacionales. Otra de sus fachadas era el de representante
de las firmas SKF y Sabena (aerolíneas belgas), para lo cual se le abrió una
oficina en el Instituto de Aviación Civil de Cuba. Bajo sospechas de haber sido
reclutado por los servicios de inteligencia norteamericanos, fue secuestrado por
un operativo en Panamá y llevado a la isla en un vuelo especial de la Fuerza
Aérea Cubana.

   Un ciudadano americano de origen cubano, alias "El Johnny'', cuya
preparación se realizó en el quinto piso del Hotel Presidente. En dos
habitaciones contiguas, Rodríguez y otros oficiales trabajaron para modificar la
conducta del futuro agente, hacerlo más agresivo y seguro de sí mismo, y
desarrollarle su capacidad de concentración. Al "Johnny'' se le creó una fachada
de empresario, con dinero proporcionado por la Seguridad del Estado, y se le
ordenó crear una empresa comercial en Estados Unidos en 1989.