El Nuevo Herald
31 de marzo de 2001

Cuba cortó los contactos secretos con EU tras el arresto de los espías

La Habana interrumpió el intercambio de información sobre las actividades de
exiliados

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

Después del arresto de los integrantes de la Red Avispa en Miami, La Habana
interrumpió abruptamente el intercambio de información con Washington sobre
las actividades del exilio cubano.

La información salió a relucir ayer, durante el juicio de cinco hombres acusados
de espiar para la isla, y es el primer indicio de cómo Cuba reaccionó al arresto
de los 10 integrantes de la red por parte de la Oficina Federal de Investigaciones
(FBI), el 12 de septiembre de 1998.

Los contactos empezaron en 1997, al inicio de una ola de atentados contra
instalaciones turísticas cubanas.

Durante las investigaciones, el gobierno cubano empezó a enviar al
estadounidense datos que apuntaban hacia el sur de la Florida como el punto de
organización de esos atentados. En notas diplomáticas, La Habana acusó a la
Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y al Ex-Club de estar detrás de
los atentados, los cuales, según dijo, fueron ejecutados directamente por Luis
Posada Carriles, ahora arrestado en Panamá acusado de preparar un ataque al
gobernante Fidel Castro.

Además, el agente del FBI Agustín Rodríguez y el oficial del Departamento de la
Policía de Miami-Dade Luis Rodríguez, viajaron a Cuba el 15 de junio de 1998
para recabar más datos, reveló ayer el fiscal federal asistente John Kastrenakes.

Pero a partir de los arrestos en septiembre de ese año, los viajes de oficiales
estadounidenses a Cuba se interrumpieron hasta octubre del año pasado,
cuando los dos funcionarios policiales volvieron a la isla, junto al equipo de la
defensa y la fiscalía, para entrevistar a testigos potenciales del caso.

En esa oportunidad, el coronel Alberto Rabeiro, del Departamento de Seguridad
del Estado (DSE), se reunió con esos oficiales, y les hizo saber que el
intercambio de información sobre los atentados se había interrumpido en 1998,
precisamente a causa de los arrestos de los integrantes de la Red Avispa,
añadió Kastrenakes, durante el contrainterrogatorio del teniente coronel, Roberto
Hernández Caballero, un subordinado de Rabeiro que estuvo en Miami dos días
testificando en el juicio.

Hernández dijo desconocer detalles de esa reunión, pero sostuvo que preparó un
paquete de información que su superior entregó a los estadounidenses.

El oficial cubano sugirió que entre las pruebas aportadas, en los últimos años,
se encuentran grabaciones de llamadas telefónicas y conversaciones entre
agentes suyos y miembros del exilio. Cuando estas alegaciones salieron a la luz
en 1999, en el juicio en La Habana de un salvadoreño acusado de ejecutar los
atentados, tanto la FNCA como el Ex-Club desmintieron su participación en lo
hechos.

``En Cuba ya no hay más gente que arrestar, pero aquí y en Centroamérica
quedan personas involucradas'', subrayó Hernández.

Los contactos se reanudaron en marzo de 1999, cuando Hernández viajó a
Washington, donde tuvo oportunidad de visitar la sede del FBI. Allí fue puesto al
tanto de lo investigado.

Sin embargo, explicó Kastrenakes, en esa oportunidad el gobierno
estadounidense le entregó a Hernández un listado de dos páginas con detalles
que el FBI necesitaba investigar en la isla. Pero, ``hasta ahora [Cuba] no ha
contestado, ¿cierto'', preguntó el fiscal asistente al testigo.

Hernández sostuvo que esos pedidos no fueron hechos oficialmente, y sugirió
que la demora puede ser atribuida a la lentitud de gestiones diplomáticas al
efecto.

De todos modos, añadió más tarde, ``los oficiales, mi departamento y mi
gobierno, están deseosos de colaborar con el FBI para poner fin a estos actos
de terrorismo contra la población civil [cubana]''.

Kastrenakes se enfrascó en un debate sobre terrorismo con Hernández, y en un
determinado momento le preguntó si la Dirección de Inteligencia del Ministerio
del Interior a la que pertenece ``patrocina actos de terrorismo''.

``Mi gobierno no patrocina actos de terrorismo'', respondió el oficial cubano, lo
cual provocó risas entre los familiares de los pilotos de Hermanos al Rescate,
presentes en la sala.