El Nuevo Herald
1 de septiembre de 2001

 Arrestan a otros dos espías cubanos

 RUI FERREIRA
 El Nuevo Herald

 Los dos presuntos espías cubanos arrestados ayer en Orlando permanecieron los últimos tres años inactivos, pero bajo rigurosa observación de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

 "Montamos un dispositivo a su alrededor para impedir que escaparan'', dijo el director del FBI en Miami, Héctor Pesquera, al hacer el anuncio de los arrestos en la sede local de la agencia federal.

 Los dos detenidos, los esposos George y Marisol Gari, llegaron al sur de la Florida a principios de la década pasada, con la aparente misión de infiltrarse en
 organizaciones del exilio cubano y las instalaciones del Comando Sur el ejército estadounidense, dijeron las autoridades.

 Según el fiscal federal Guy Lewis, George Gari, de 41 años y nacido en Brooklin, Nueva York, ``era un agente del gobierno cubano muy calificado'' que ``recibió
 entrenamiento en vigilancia y contravigilancia, fotografía de micropunto, comunicaciones clandestinas, armas y explosivos''.

 Su esposa, de 42 años, nació en la isla. Tienen dos hijos pequeños que, según Pesquera, están al cuidado de familiares. Antiguos vecinos suyos en Miami dijeron que la pareja vivía con una joven de 20 años, pero no saben si era hermana de Gari o hija de la pareja.

 Los dos usaban el nombre de código "Luis'' y "Margot'', y presuntamente integraron la Red Avispa, grupo de espionaje cubano desarticulado en el sur de la Florida el 12 de septiembre de 1998. Entonces fueron arrestados ocho hombres y dos mujeres, cinco de los cuales se declararon culpables y fueron sentenciados a penas entre siete y cuatro años de cárcel.

 Los demás --Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y René González-- fueron hallados culpables en todos los cargos por un jurado federal de Miami a principios de junio. Según medios de prensa cubanos, el veredicto fue ``injusto y amañado'', ya que los cinco viajaron al sur de la Florida para vigilar la supuestas actividades terroristas del exilio cubano.

 Según Pesquera, ``Luis'' y ``Margot'' no fueron arrestados hace tres años porque ``tuvimos que ser selectivos''.

 ``Esos arrestos fueron hechos con premura, porque sabíamos que algunos de ellos habían recibido la orden de regresar a la isla; en el caso de estos dos, teníamos la
 convicción de que no escaparían, como vino a suceder'', dijo Pesquera.

 Los dos están acusados de ``conspirar para actuar como agentes de un gobierno extranjero sin notificar'' a las autoridades estadounidenses, y ``de actuar como agentes extranjeros sin notificar a las autoridades''. De ser hallados culpables encaran unos 15 años de cárcel.

 Las autoridades informaron que, después del arresto de los 10 integrantes de la red, ``Luis'' y ``Margot'' suspendieron de inmediato sus actividades de espionaje, y hace alrededor de año y medio se fueron a vivir a Orlando.

 Pesquera informó que el arresto se procesó en las oficinas del FBI en Orlando, después que los dos fueron convocados para ``declarar en una investigación''. El
 funcionario dio a entender que las autoridades tuvieron contactos previos con la pareja, que estaba al tanto de que había una investigación andando, pero no proporcionó más detalles.

 Al momento del arresto, los dos estaban aparentemente desempleados. Sin embargo, en Miami, ``Luis'' trabajó un tiempo para la empresa aeronáutica Lockheed Martin como probador de equipos. Según un vocero de la compañía, no disponía de permiso de seguridad, y las autoridades dijeron que no hay indicios de que se hayan cometido violaciones en ese sentido.

 A su vez, "Margot'' trabajó como empleada en el Servicio Postal donde, de acuerdo con Lewis, tenía como misión interceptar correspondencia dirigida a ciudadanos cubanoamericanos. En la declaración jurada de encausamiento, las autoridades sostienen que en 1998 supuestamente envió a La Habana dos informes sobre el sistema postal estadounidense.

 Lewis también aseguró ayer que los dos arrestados presuntamente intentaron infiltrarse en la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), con la tarea específica de seguir a Roberto Martín Pérez, un ex director de la organización exiliada.

 Además, explicó, reclutaron a un individuo, que la declaración jurada identifica como "Gabriel'', para que infiltrara las instalaciones del Comando Sur en Miami. "No tengan dudas. Ellos hicieron esfuerzos de infiltración, pero el FBI logró impedirlo'', dijo el fiscal federal.

 Según Pesquera, las autoridades no han divulgado fotografías de los supuestos agentes cubanos para no ``influir el trabajo de un futuro jurado''. En 1998, al detener a los 10 arriba citados, las fotos de todos fueron inmediatamente entregadas a la prensa.

                                © 2001 El Nuevo Herald