El Nuevo Herald
Jan. 28, 2005

Defienden uso de gas en asalto a casa de Elián

RUI FERREIRA
El Nuevo Herald

Un agente de inmigración que participó hace cinco años en el asalto a la casa del niño Elián González en La Pequeña Habana, defendió ayer ante un tribunal federal de Miami el uso de gas pimienta contra manifestantes que rodeaban el inmueble de los familiares del menor.

''Ellos representaban una amenaza, nos estaban tirando palos y botellas; por eso creo que fue una respuesta apropiada'', afirmó el agente especial de inmigración Daniel Dargan.

El funcionario policial fue uno de los cuatro agentes que participaron en la llamada ''Operación Reunión'' y que testimoniaron ayer ante el juez Kevin Michael Moore, en una demanda entablada contra el gobierno federal por 15 vecinos de los González que dicen haber sido afectados, física y psicológicamente, por la acción de los agentes.

Dargan, testigo del gobierno, indicó que, en términos legales, cuando los manifestantes comenzaron a tirar piedras y botellas a los agentes estaban cometiendo un delito contemplado en el código penal.

''Eso se llama asalto con agravantes, estamos obligados a defendernos'', adujo el agente, quien admitió que operó un cilindro de gas pimienta para mantener a raya a los manifestantes.

En la sesión de ayer, Moore se enfrascó en una discusión con el abogado Larry Klayman, quien representa a una de las exiliadas presuntamente afectadas, porque el juez no permitió que interrogara a los agentes federales sobre el estado psicológico en que se encontraban al momento de la operación.

La idea de Klayman es demostrar que dentro del antiguo Servicio de Inmigración y Naturalización existía un ambiente de discriminación y racismo hacia los exiliados cubanos y los hispanos en general, y por eso los agentes fueron a la operación prejuiciados.

La postura del juez es que los agentes fueron convocados ante el tribunal sólo para describir su participación en la operación, no lo que cruzaba por sus mentes al momento de realizarla.

''Si todo eso que usted dice sucedió, quiero que sepa que no lo apruebo, no lo considero algo bien hecho y es reprobable; pero eso no es lo que estamos tratando aquí ahora, sino el uso de la fuerza por parte de estos testigos en un momento determinado en un lugar determinado, en un incidente específico'', expresó Moore. ''Puede argumentar lo que quiera, pero ya está decidido. Ese aspecto [el psicológico] no se aborda'', añadió el juez, dando por finalizada la sesión matutina.

Por la tarde, el gobierno trajo a testimoniar al agente Richard McGahey, uno de los arquitectos del asalto a la casa, quien garantizó que uno de los aspectos que se tuvo en cuenta fue la seguridad y el bienestar de los manifestantes presentes en el lugar.

''Sabíamos que había allí muchas personas mayores, personas que estaban en el lugar porque creían firmemente en lo que estaban haciendo, y yo respeto a esa gente'', dijo el agente.

Sin embargo, McGahey acusó a un grupo de ''jóvenes'' de usar a esas personas mayores ''como escudo''. Los jóvenes, a los cuales no identificó, estaban detrás de las barreras metálicas en la calle, frente a la casa de la familia González.

''Los agentes tenían que actuar porque esas personas de repente podían saltar la barricada y constituir una amenaza'', continuó el agente, explicando el porque los chorros de gas pimienta terminaron afectando a los ancianos.

McGahey aseguró que el Departamento de Policía de la ciudad de Miami, ''como institución'' estaba al tanto de que el gas pimienta iba a ser usado, aunque ``los policías que estaban allí lo desconocían''.

Otro agente, Philips Wareld, explicó que el uso del gas pimienta fue necesario para disuadir a los manifestantes que estaban tirando botellas y palos.

''Esos objetos podían, incluso, haber herido al mismo Elián'', precisó.