El Nuevo Herald
Mar. 12, 2005

Se reduce aún más la zafra azucarera

Agence France Presse
LA HABANA

Azotada por la sequía más intensa de los últimos 103 años, Cuba calcula una caída de al menos 40% en la cosecha azucarera de 2004-2005 en relación con la anterior, cuando la producción del dulce alcanzó las 2,5 millones de toneladas, según estimaciones oficiales.

Es posible que la actual cosecha azucarera ''no llegue siquiera a 1.7, quizás hasta 1.5 millones de toneladas'', dijo el gobenante Fidel Castro, al referirse en su más reciente discurso al impacto de la sequía en la agricultura cañera.

''Los centrales (ingenios) muelen bien'', agregó Castro tras explicar que la estrategia del sector para la actual zafra es contrarrestar con eficiencia los estragos de la sequía, a pesar de que el rendimiento de la caña es muy bajo.

Esta situación, indican los expertos, puede complicar los compromisos contractuales de la isla, cuya producción debe garantizar un consumo nacional de 700,000 toneladas y una cantidad adicional para cumplir esas obligaciones con el exterior, cuyo monto se desconoce públicamente.

''La intención del Ministerio (del Azúcar) es que esta zafra la gobierne la eficiencia, buscando un rendimiento no menor de 11%'', dijo a mediados de enero a la AFP Oscar Almazán del Olmo, jefe de la Oficina de Comunicación Institucional de esa cartera.

La isla enfrenta los efectos acumulados de 10 años consecutivos de persistente sequía, que se recrudeció en 2003-2004 con pérdidas estimadas oficialmente en $834 millones, especialmente en el sector agropecuario.

Aimé Aguirre, vicepresidenta del Instituto de Recursos Hidráulicos de Cuba, destacó que en tres de las provinicas cañeras de la isla, Holguín y Las Tunas (este) y la central Villa Clara ``la situación ha sido muy grave''.

La sequía no afecta solamente a Cuba, sino que otros países azucareros como India, Tailandia, Australia y Sudáfrica registrarán este año mermas sensibles en sus producciones por la falta de lluvias, aseguró Almazán.

Casas internacionales prevén que por primera vez en muchos años la producción mundial quedará por debajo del consumo, lo que ya está provocando un repunte en los deprimidos precios del dulce, pese a las grandes reservas existentes.

Cuba, que hasta 1990 fue un gran exportador, renunció a esa condición y busca ahora la de productor eficiente, con bajos costos.

De los 85 ingenios cubanos que están en condiciones operativas, sólo 56 participan en la actual zafra que concluye en abril, seleccionados a partir de mayores disponibilidades de caña para moler y mejor eficiencia.

Cuba acometió en 2002 una reestructuración de su industria azucarera. De 155 fábricas, unas 70 fueron desmontadas y el 62% de la tierra dedicada a ese cultivo pasó a otras labores, como la producción agroalimentaria y forestal.

Unos 120,000 trabajadores del sector fueron reubicados en otros sectores de la agricultura o fueron enviados a cursos de recalificación, sin perder el derecho al salario.

En cuando a la diversificación de la industria, se prioriza la producción de mieles y alcoholes, pero el país cuenta con posibilidades de elaborar otros 35 derivados de la caña, para lo cual busca inversiones extranjeras.