Es el único líder del exilio cubano que ha sido invitado a presenciar el
              segundo partido amistoso del lunes en Baltimore

              MIAMI (EE.UU.) -- Eloy Gutiérrez Menoyo, el ex comandante de la revolución
              cubana que pasó 22 años preso por luchar después contra Fidel Castro, ha sido
              invitado oficialmente por el gobierno de Cuba para presenciar el segundo partido
              de béisbol entre los Orioles y la selección nacional cubana.

              Una fuente cercana a la organización "Cambio Cubano", de la que es presidente
              Gutiérrez Menoyo, confirmó que éste había recibido una invitación del Ministerio
              cubano de Relaciones Exteriores, a través de la Oficina de Intereses Cubanos en
              Washington.

              Gutiérrez Menoyo es el único líder del exilio cubano que ha sido invitado a
              presenciar el segundo partido amistoso del lunes en Baltimore. El primero se
              celebró en La Habana el 28 de marzo y en el mismo ganaron los Orioles por tres
              carreras a dos.

              Los principales grupos del exilio cubano estarán fuera del estadio de los Orioles
              protestando por el partido porque consideran que es "un insulto y no un
              intercambio cultural como asegura la Administración del presidente Bill Clinton".

              La presencia de Gutiérrez Menoyo en el estadio, invitado por el gobierno cubano,
              podría provocar nuevas críticas a este dirigente por parte del exilio cubano en
              Miami, que lo califica de "dialoguero" y de hacerle el juego a Fidel Castro, opinó
              un analista de los temas cubanos.

              Gutiérrez Menoyo, de padre español, propugna un diálogo con el régimen cubano
              y ha pedido personalmente a Fidel Castro que le autorice a abrir una oficina en La
              Habana de "Cambio Cubano" para hacer una oposición legalizada dentro de la
              isla.

              Este dirigente ha criticado de forma consistente a Washington y La Habana por lo
              que el califica de "dos embargos". Uno contra Cuba y su pueblo por una
              "equivocada política exterior norteamericana" y el otro "un auto-impuesto
              embargo del gobierno cubano contra la población cubana y sus derechos y
              libertades civiles".