El Nuevo Herald
23 de agosto de 2001

 Los abakuás mantienen sus ritos ancestrales

 Una sociedad de hombres que data desde la época colonial

 I. GARCIA-ZARZA/Reuters
 LA HABANA

 Antes del sacrificio del chivo, el hechicero purifica a los tres hombres arrodillados frotándolos con un gallo y pintándoles enigmáticos símbolos amarillos sobre el torso desnudo, en medio de ensordecedores cantos y tambores.

 Luego quema incienso en una teja y escupe aguardiente sobre sus cuerpos, mientras unos ``íremes'', o diablillos que encarnan espíritus ancestrales, bailan a su
 alrededor con el rostro cubierto por un intimidante capuchón con grandes ojos blancos.

 Con esta ``limpieza'' inicia la ceremonia ritual por la que estos hombres pasan a ser nuevos dignatarios de la misteriosa sociedad ``abakuá'', una cofradía mágico-religiosa creada hace siglos en Cuba por esclavos llegados de Nigeria.

 Los tres nuevos dignatarios, al igual que otras diez personas que van a ser iniciadas, son hombres y, concretamente en esta ceremonia celebrada en Guanabacoa, una localidad vecina del puerto de La Habana, hombres negros.

 Los abakuás no aceptan a mujeres en su seno; se trata de una sociedad exclusivamente masculina porque, según cuenta su leyenda fundacional que ha sido
 transmitida oralmente de generación en generación, fue una mujer, la princesa Sikán, la que delató al pez sagrado Tanze.

 ``Para ser abakuá primero hay que ser hombre, si no, no eres nada'', afirma con rotundidad Luis Alberto Miranda, un fornido abakuá con un color de piel que revela sus orígenes africanos.

 La primera hermandad abakuá fue fundada en 1836 como una sociedad de socorro mutuo por esclavos procedentes de la región nigeriana del Calabar que trabajaban como estibadores en el puerto de La Habana, en la localidad de Regla.

 Desde entonces se fue extendiendo, con el ingreso de blancos, por el resto de La Habana y las localidades también costeras de Matanzas y Cárdenas hasta contar
 actualmente con unos 20,000 miembros repartidos en 138 agrupaciones denominadas ``potencias'' o ``juegos''.

 ``En los puertos se mantiene mucha presencia abakuá, pero además estamos presentes en todas las facetas de la vida del país'', señaló Angel Freire, presidente del
 Buró Abakuá.

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