El Nuevo Herald
Sun, Oct. 31, 2004

Los Fanjul tras la huella de un saqueo

GERARDO REYES
El Nuevo Herald

En un nuevo capítulo de una saga que se extiende por cuatro décadas, la familia cubanoamericana Fanjul, líder de una gigantesca industria azucarera en la Florida, ha pedido al Departamento de Estado que investigue a la casa de subastas británica Sotheby's por una posible violación a la ley Helms-Burton, según informó un abogado de la familia.

En la queja de unas 200 páginas, los abogados de la firma Hector & Davis de Miami sostienen que Sotheby's ofreció en subasta una pintura que fue confiscada a los Fanjul en La Habana al triunfar la revolución y que la firma no ha colaborado con su recuperación.

El capítulo IV de la ley Helms-Burton, que endureció el embargo de Estados Unidos a Cuba, penaliza con sanciones que van desde la revocatoria de la visa hasta la prohibición de operar en este país a las personas o negocios que dispongan o se beneficien de propiedades confiscadas por el gobierno de Cuba.

''Creemos que Sotheby's no ha colaborado y en cierta forma no ha obrado con buena fe'', dijo Shanker Singham, director del Grupo de Comercio Internacional y Competencia, de Hector & Davis, que representa a los Fanujul. ``Es una caso claro de comercio con el enemigo que castiga la ley Helms Burton''

El viernes no fue posible obtener los comentarios de los representantes de Sotheby's pero un vocero de la firma de subastas, entrevistado por The London Sunday Times, negó cualquier irregularidad y rechazó la versión de haber ofrecido el cuadro en subasta. El vocero reconoció que resulta muy difícil reconstruir el historial del cuadro.

Vista de Málaga, la pintura que está en medio de la disputa, es del impresionista español Joaquín Sorolla y Bastida (1863-1923). Fue hecha en 1915 y se calcula que su valor puede llegar a $500,000.

''No es un gran valor comparado con toda la colección, pero queremos sentar un precedente con este caso para que la colección de la familia no siga siendo saqueada'', explicó Singham.

En 1959, el imperio industrial de los Fanjul en Cuba ocupaba el tercer lugar en producción de azúcar en el mundo. Era una de las familias más adineradas de la isla en los años cincuenta. Cuatro ingenios azucareros, una docena de casas, cuatro edificios de apartamento, un puerto y otros bienes eran algunos de los bienes que conformaban el patrimonio de Lilian Gómez Mena y Alfonso Fanjul, padres de los empresarios que hoy manejan la empresa familiar en la Florida.

Al triunfo de la revolución, los Fanjul salieron de la isla gradual y silenciosamente hacia Estados Unidos. En las paredes de su casa, situada en el barrio El Vedado, en La Habana, quedaron colgados cuadros de Goya, Murillo, Caravaggio, Boucher, Lebrun y varias obras de Sorolla y Bastida, entre las cuales se encontraba Vista de Málaga. La pintura fue adquirida en los años 30 por el padre de Lilian, José Gómez Mena.

La mansión del Vedado en la calle 17, No. 502 entre D y E, fue convertida por el gobierno cubano en el Museo Nacional de Artes Decorativas en 1964, un museo que ''ha estado más cerrado que abierto'', segun Singham. ''Sospechamos que eso obedece a que el gobierno ha estado vendiendo las obras que estaban en su interior'', agregó .

La primera alarma de que las obras estaban en venta, la escuchó la familia en 1965 cuando los Fanjul recibieron información de Estados Unidos de que un barco con varias de ellas cruzaba el Atlántico hacia Europa, según relató al diario londinense Pepe Fanjul, uno de los accionistas del conglomerado azucarero y quien vive en la Florida.

A sus 20 años Fanjul fue enviado a Italia, donde llegaría el botín, para investigar su paradero, pero regresó sin mayores pistas. El joven se enteró allí de que una eventual batalla legal en los tribunales de Europa para recuperar las obras en ese continente no prosperaría con facilidad, pues casi todos los países europeos reconocían como legítimo el gobierno de Castro. La advertencia la comprobaron los Fanjul en la práctica en 1985, cuando una corte española negó sus aspiraciones de recuperar algunas de las obras de la familia que se estaba exhibiendo en Madrid y Valencia.

Una nueva señal de que los cuadros continuaba ofreciéndose en el comercio internacional, la conocieron los Fanjul por la vía de la coincidencia en 1995, explicó Singham a El Nuevo Herald .

Ese año, Blanca Pons Sorolla, la bisnieta del impresionista español autor del cuadro, fue contratada por Sotheby's para verificar su autenticidad. Pons, quien vive en Madrid, y es experta en la obra de su bisabuelo, viajó a Londres y constató que la pintura era auténtica. Lo que no sospechaba la gente de Sotheby's es que Pons sabía de la prehistoria de la pintura y a quién pertenecía. Pons se comunicó con Pepe Fanjul y le contó su experiencia.

Al enterarse de lo ocurrido, los abogados de los Fanjul en Miami pidieron explicaciones a la casa internacional de subastas y ésta los refirió a otra firma que representaba al poseedor del cuadro.

Singham explicó que en ese momento empezó a sospechar que detrás de la operación podría estar un cuestionado mercader de arte latinoamericano, de cuyas andanzas se había enterado en el libro de Peter Watson, ``Sothebey's: the inside story''.

Se trata de Bruno Scaioli ''un cercano confidente'' de Alex Apsis, quien maneja el arte latinoamericano y cubano en Sothebey's, según explicó Watson en el extenso reportaje publicado en el periódico londinense el fin de semana pasado. La firma de abogados de Miami contrató al investigador privado Simon Hornby quien, haciéndose pasar como representante de un adinerado coleccionista latinoamericano, se reunió con Scaioli.

Después de varias conversaciones, Hornby descubrió que, en efecto, la pintura con el plácido paisaje del bote en un puerto, estaba en poder del negociante italiano y la ofrecia en venta.

La firma de abogados de Miami sospecha que Scaioli fue enviado a Cuba a comprar la obra con el respaldo financiero de Sothebey's.

Convencidos de que cualquier acción legal en Europa no tendrá futuro, ahora los Fanjul le apuestan a la ley Helms-Burton.

La queja fue enviada al Departamento de Estado en julio de este año. Singham dijo que aún no han recibido respuesta.