El Nuevo Herald
October 21, 1998
 
Peticiones de arresto a Castro tras detención de Pinochet

 PABLO ALFONSO
 El Nuevo Herald

 De Estados Unidos a Europa, de Miami a Washington, el arresto del ex
 dictador chileno Augusto Pinochet ha desatado una ola de peticiones
 para que el gobernante cubano Fidel Castro sea sometido a un proceso
 judicial similar.

 Ocho congresistas estadounidenses, varios medios de prensa, analistas
 políticos y organizaciones intermedias, coincidieron en solicitar el arresto
 de Castro, comparando su dictadura con la del régimen de Pinochet.

 Pinochet, de 82 años, fue arrestado el viernes en Londres a pedido del
 juez español Baltazar Garzón, quien investiga el asesinato de 94
 ciudadanos de varias nacionalidades durante el régimen del ex dictador.

 El diario The Wall Street Journal, en su editorial del martes titulado
 ``Arresten a Castro'', instó a España a arrestar al gobernante cubano,
 que ese mismo día se encontraba en Madrid tras participar en la VII
 Cumbre Iberoamericana celebrada en Oporto, Portugal.

 ``Sus asesinatos y violaciones de los derechos humanos empequeñecen
 hasta las denuncias más exageradas contra el general Pinochet'', dijo el
 influyente diario neoyorquino. ``De hecho, los planes subversivos de
 Castro en América Latina fueron la verdadera raíz del salvajismo que
 asoló la región en la década de 1970''.

 ``Sus intentos por propagar la revolución dieron vida a las salvajes
 dictaduras militares que otrora mancharon el panorama latinoamericano'',
 subrayó el editorial.

 El diario señaló que si el mundo fuese a iniciar una ``revancha en masa''
 contra dictadores que dejan caer sus defensas, ``habrá muchísimos
 menos dictadores dispuestos a entregar el gobierno a los demócratas de
 sus naciones''.

 ``Más todavía si quienes se aferran con salvajismo al poder, como Fidel,
 se pavonean jactanciosos'', dijo.

 Por otra parte, ocho congresistas estadounidenses, en una carta enviada
 el martes al presidente Bill Clinton, reclamaron que se dispongan las
 medidas para arrestar y pedir la extradición del ``tirano cubano'' por
 ``entre otros crímenes, el asesinato de ciudadanos americanos sobre el
 Estrecho de la Florida el 24 de febrero de 1996''.

 ``Pedimos que instruya a la Fiscal General a que revise los esfuerzos de
 los tribunales españoles para extraditar a Pinochet, y que tome pasos
 definitivos para poner al tirano cubano a disposición de la justicia por el
 asesinato de Armando Alejandre, Carlos Costa, Mario de la Peña y
 Pablo Morales''.

 La petición está firmada por los congresistas Lincoln Díaz Balart (R) e
 Ileana Ros-Lehtinen (R) por la Florida; Robert Menéndez (D) por
 Nueva Jersey; Jerry Salomón (R), Peter King (R) y Mike Forbes (R)
 por Nueva York, y Bill Thomas (R) y Dana Rohrabachee (R) por
 California.

 Los congresistas explican en su misiva que, así como Manuel Noriega,
 ex dictador de Panamá, fue llevado ante la justicia y cumple su condena,
 ``un encausamiento contra Fidel Castro es necesario, dada su
 responsabilidad por los asesinatos de decenas de miles de personas en
 Cuba, América Central y otros sitios'', y por el entrenamiento,
 financiamiento y apoyo al terrorismo y su participación en el narcotráfico.

 Aducen que ``esos crímenes'' proveen la base para la actuación del
 Departamento de Justicia.

 Por su parte, Castro, respondiendo a los comentarios de la prensa,
 descartó toda posibilidad de que un día tenga que enfrentar el mismo
 destino que Pinochet.

 ``Pertenezco a una estirpe que difícilmente puede ser arrestada en
 ninguna parte, no sólo por lo moral, sino por la historia de toda mi vida'',
 dijo Castro, quien habló durante hora y media el lunes desde el escenario
 del Teatro Romano de Mérida, Extremadura, ante casi un centenar de
 periodistas.

 Castro comentó que ``no se debe convertir a Pinochet en un mártir'',
 porque ``su tiempo ha pasado'' y, aunque la detención del general chileno
 es ``moralmente justa'', resulta ``legalmente cuestionable y supone una
 amenaza para la situación en Chile''.

 Castro dijo que no tiene miedo de que algún día le pueda suceder a él
 algo similar, porque su caso no es comparable con el de Pinochet, pues
 se ha movido con libertad por el mundo a pesar de los centenares de
 atentados que se han organizado contra él.

 ``Yo voy adonde me dan visa'', dijo.

 Castro recordó que los chilenos son tradicionalmente muy celosos de las
 leyes y de su soberanía, ``más que cualquier país de Iberoamérica'', y
 que la detención de Pinochet puede provocar que ``se junte la derecha,
 que es fuerte'', mientras que creará una situación difícil en las fuerzas
 progresistas.

 Para el líder cubano, ``sería moral que la misma suerte que Pinochet la
 corrieran todos los que participaron en la gestación y realización del
 golpe contra [Salvador] Allende''.

 En Madrid, el columnista del diario ABC, Jaime Campmany, afirmó que
 entre Pinochet y Castro, como entre Stalin y Hitler, no hay diferencia
 moral alguna.

 ``Ambos son responsables de genocidios y de asesinar las libertades'',
 subrayó.

 La única diferencia que podría apreciarse, señaló Campmany, sería una
 diferencia cuantitativa, en muertos, en cautivos, en torturas, en años.

 ``Y si ahí se aplica una diferencia ideológica, dictador de izquierdas,
 dictador de derechas, se cae en la misma abyección, en la justificación
 ideológica del crimen de Estado'', subrayó Campmany.

 En Miami, Roberto Rodríguez Aragón, presidente de la Junta Patriótica
 Cubana, dijo que miembros de la organización se reunirán hoy para
 discutir los próximos pasos con el fin de diseñar una estrategia legal
 destinada a plantear el arresto de Castro por sus delitos de lesa
 humanidad.

 Agenda Cuba también coordina una campaña en ese sentido, y está
 procurando canalizar sus esfuerzos junto a los de otras organizaciones
 del exilio, por lo que pronto dará a conocer un plan conjunto.
 

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