El Nuevo Herald
Oct. 12, 2004

Muere un maestro de la escultura cubana

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

El escultor Sergio López Mesa, creador de una vasta obra escultórica y monumental en la Cuba republicana, falleció en Los Angeles, California, víctima de un ataque cardíaco masivo. Tenía 86 años.

La muerte de López Mesa se produjo repentinamente el pasado 8 de octubre, tras ser llevado de urgencia a un hospital de la localidad de San Pedro. Esa noche, el artista regresaba al hogar en compañía de su esposa luego de una cena.

''Fue un hombre muy honesto y trabajador incansable, con una pasión por la escultura que empezó cuando tenía apenas nueve años y no cesó hasta el final de su vida'', aseguró anoche Yolanda Miró Torra, su esposa por 52 años.

Nacido en La Habana en 1918, López Mesa se graduó a los 19 años de la Academia Nacional de Bellas Artes San Alejandro, donde también fungiría como profesor a partir de 1942.

Desde esos años, sus esculturas comenzaron a ocupar sitios prominentes en La Habana y otras ciudades del interior. Entre sus obras y proyectos escultóricos más conocidos figuran la estatua en mármol del prócer independentista Carlos Manuel de Céspedes en la Plaza de Armas de La Habana (1955), la talla en piedra del General Antonio Maceo en Punta Brava (1944) y la fuente de mármol Las niñas (1948), en el Zoológico habanero.

La vocación histórica y patriótica de López Mesa se evidencia además en creaciones como el Retablo de los Héroes de 1868, realizado en la ciudad de Bayamo, y en la escultura en piedra del poeta José María Heredia, colocada en Toluca, México, en 1941.

En 1952, terminó las esculturas de Cristóbal Colón y del Padre Bartolomé de las Casas, esculpidas para la fachada de la Catedral de La Habana. De 1958 es el busto del pionero de la aviación cubana Agustín Parla, colocado en el aeropuerto internacional de Cayo Hueso, Florida.

El artista salió al exilio en 1960 rumbo a México y poco después se radicó en Estados Unidos, donde laboró como profesor de la Universidad Allen, Carolina del Sur (1961-1972) y luego como artista de la compañía de juguetes Mattel hasta su retiro en 1982.

''Ha muerto uno de los escultores insignes de nuestra patria'', expresó ayer el arquitecto Nicolás Quintana, quien laboró con López Mesa en el proyecto inconcluso de la Plaza Monumento a José Martí en Los Angeles. ``Fue de esos hombres de raíz profunda que salieron de Cuba, pero Cuba nunca se fue de ellos''.

De sus obras en el exilio resalta el busto de José Martí, colocado en Echo Park, Los Angeles, el 28 de enero de 1976. Esta escultura de cuatro pies, considerado por Quintana como ''una pieza extraordinaria'', sería el centro del conjunto arquitectónico, integrado por un muro ondulante, bancos y palmas reales.

Lo sobreviven su viuda, sus hijos Yolanda y Sergio, cinco nietos y dos bisnietos. También su hermana Olga, residente en Puerto Rico.

Su cadáver será expuesto hoy de 4 a 12 p.m. y mañana habrá una misa de recordación a las 10:30 a.m. en la parroquia Mary Star of the Sea, en San Pedro, desde donde partirá el cortejo fúnebre hacia el cementerio Green Hills.