El Nuevo Herald
19 de octubre de 2001

 Lourdes enfrenta a Cuba y Rusia

 C. DIAZ / Agence France Presse
 LA HABANA

 El sorpresivo anuncio ruso de clausurar una base de espionaje electrónico en Cuba puso en tensión las relaciones entre La Habana y Moscú, dos ex aliados que
 escogieron distintos modelos al finalizar la Guerra Fría.

 El gobierno de Fidel Castro expresó el miércoles por la noche su ``absoluto desacuerdo'' con la decisión del mandatario ruso Vladimir Putin de cerrar la estación de
 espionaje electrónico que su país tiene instalada desde 1964 en Lourdes, 60 kilómetros al sur de La Habana.

 La medida rusa, anunciada el miércoles, fue adoptada en ``el momento más inoportuno'', según un comunicado de las autoridades cubanas. El documento alega que,
 tras los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington, el gobierno estadounidense lleva a cabo ``una política agresiva y belicista''. Desmantelar el
 centro de espionaje es ``un mensaje y una concesión al gobierno de Estados Unidos que constituiría un grave peligro para la seguridad de Cuba'', afirma el documento.

 Por su parte, el Kremlin rechazó el jueves las críticas cubanas y recomendó a La Habana ``leer'' de nuevo la declaración de Putin, en la que aludió al ``mundo
 rápidamente cambiante'' y a las nuevas ``prioridades'' de la lucha contra el terrorismo internacional.

 Un portavoz oficial mostró una indiferencia desacostumbrada en relación con las acusaciones cubanas y recordó que Putin justificó el cierre inmediato del centro de
 Lourdes con la necesidad de no desviar recursos económicos de Defensa a ``tareas secundarias''.

 ``Ahí está todo'', declaró a EFE con sequedad el portavoz del Kremlin, al subrayar la declaración de Putin y admitir que estaba al tanto de la agria crítica cubana.

 ``Tras un análisis profundo y detallado de la situación y largas negociaciones con los socios cubanos, se ha considerado razonable evacuar de Cuba nuestro centro
 radioelectrónico'', dijo Putin, quien afirmó que el gobernante cubano ``ha sido informado de ello''.

 Cuba, último país comunista del hemisferio occidental, figura en un listado emitido por el Departamento de Estado norteamericano como una de las siete naciones que
 apoyan actividades y movimientos terroristas en el mundo.

 Putin adujo la necesidad de reducir los gastos de defensa rusos para justificar el cierre de Lourdes. Pero de hecho, existe una política de acercamiento entre Moscú y
 Estados Unidos desde el derrumbe de la Unión Soviética en 1991, y Rusia desea que Estados Unidos tome iniciativas equivalentes.

 ``Es evidente que nosotros esperamos medidas recíprocas. Los centros de inteligencia electrónicos estadounidenses creados en el período de la Guerra Fría continúan
 sus actividades en países vecinos de Rusia'', precisó ayer la cancillería rusa.

 El presidente estadounidense George W. Bush saludó la decisión rusa y afirmó en un comunicado que este episodio ``es otra indicación de que la Guerra fría terminó. El presidente Putin entiende que Rusia y Estados Unidos ya no son adversarios''.

 Ambos mandatarios tienen previsto un encuentro el próximo domingo en Shanghai, donde participan de la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
 
 
 
 

                                 © 2001 El Nuevo Herald