El turismo extranjero que en 1998 llevó a la isla 1.4 millones de viajeros
 que aportaron $1,800 millones de ingresos brutos, está recibiendo
 veladas críticas en medios oficiales de prensa, que le atribuyen pocos
 beneficios económicos y altos costos políticos y morales.

 ``La industria turística no vive del aire. Se traga alrededor de tres cuartas
 partes de sus ingresos'', afirmó en días pasados en La Habana el
 periodista Ariel Terrero.

 Según datos oficiales en 1998 cada dólar de ingreso en el sector turístico
 significó una inversión de $0.71 centavos de dólar, y el ingreso promedio
 diario generado por cada turista fue de $88.40 dólares.

 Advirtiendo que los turistas ``con su cachetes colorados se han
 convertido en parte del paisaje cubano'', Terrero indicó que en 1997, la
 industria turística sólo obtuvo un 25 por ciento de utilidades.

 ``En opinión de expertos, todavía anda por el sótano la eficiencia global
 de esta rama en Cuba'', indicó Terrero.

 La industria turística ha sido vinculada al incremento de la prostitución, la
 corrupción, el robo y otros males sociales que el gobernante cubano
 Fidel Castro señaló el martes durante un discurso pronunciado para
 conmemorar el 40 aniversario de la Policía Nacional Revolucionaria.

 Con la esperanza de disminuir sus efectos negativos, los dirigentes de la
 industria turística cubana están alentando el turismo alemán que en 1998
 tuvo un incremento de 71.6 por ciento con respecto al año anterior. Un
 total de 130,000 alemanes visitaron Cuba, ocupando el tercer lugar en
 importancia turística en la isla, tras canadienses e italianos.

 Los expertos de la industria turística cubana han llegado a la conclusión
 de que las costumbres veraniegas de los alemanes son más compatibles
 con los objetivos del gobierno cubano que quieren promover un turismo
 familiar y deportivo, en lugar de ``las vacaciones de solteros de muchos
 italianos, afectos a los amores tarifados, que hacen caso omiso de la
 moral socialista'', indicó la Agencia Francesa de Prensa.

 Además, según las autoridades cubanas, los turistas alemanes se quedan
 más tiempo y disponen de un poder adquisitivo superior al de otros
 países.

 Este año, el Ministerio de Turismo se prepara para un nuevo aumento de
 un 70 por ciento en el flujo de ciudadanos germanos. Si ese cálculo se
 cumple, los visitantes alemanes sumarían unos 220,000, más que los
 canadienses y los italianos que durante los últimos tres años
 representaron los principales contingentes de turistas a Cuba, con cerca
 de 200,000 visitantes por país, pero cuyo número parece estancarse,
 según AFP.

 Para este año, Cuba planea recibir a cerca de 1.7 millones de turistas, un
 20 por ciento más que en 1998. El 84 por ciento de esos visitantes
 procederá, por orden de importancia numérica, de Alemania, Canadá,
 Italia, España, Francia, Gran Bretaña, México, Argentina, los países
 escandinavos, Colombia y Suiza, según las previsiones oficiales.
 

                 Copyright © 1999 El Nuevo Herald