El Nuevo Herald
6 de julio de 1998

 En Miami la bandera que hizaron en Cuba en 1902

 CHARLES COTAYO
 Especial para El Nuevo Herald

 En una logia masónica de La Pequeña Habana fue exhibida por primera
 vez fuera de Cuba la bandera que, según su propietario, ondeó en el
 Castillo del Morro los días 20 de mayo antes de la caída del presidente
 Gerardo Machado.

 La odisea de la bandera desde el Morro hasta la Respetable Logia
 Mártires de La Cabaña en el exilio es una aventura llena de riesgo,
 misterio y pasión.

 La historia que cuenta Armando Bobillo, actual propietario de la
 bandera, comienza en 1933, cuando Cuba estaba sacudida por luchas
 internas contra el gobierno de Machado.

 Escaramuzas en la toma del Hotel Nacional, situado frente a la bahía de
 La Habana, crearon incertidumbre sobre la seguridad de la bandera en la
 fortaleza colonial, que se encuentra a la entrada de la bahía.

 Según Bobillo, su padre, Juan Bautista Bobillo Casanova, que era masón
 y miembro de fuerzas que lucharon contra Machado, fue al rescate de la
 bandera en el Morro. Allí, el novio de su hija Emelina Francisca, Arturo
 Inocencio Menduiña, farero y custodio de todas las banderas de la
 fortaleza, entregó a su futuro suegro la enseña nacional para prevenir que
 fuera destruida.

 Luego, Bobillo Casanova fue perseguido por la Porra de Machado y
 temió nuevamente por la suerte de la bandera. Regresó al Morro y se la
 devolvió a Menduiña.

 Finalmente Menduiña logró sacarla secretamente de la fortaleza y se la
 dio a la madre de su novia, Candelaria Acosta Pérez, en el pueblo de
 Casa Blanca, al otro lado de la bahía capitalina, para que la guardara.

 Menduiña y Emelina Francisca se casaron más tarde y conservaron la
 bandera. Con el tiempo Menduiña pasó a ser jefe del Morro, cargo que
 su propio padre había ocupado, y tal vez por ese motivo nunca se
 investigó la desaparición de la bandera.

 ``Mi padre y mi cuñado, como masones, fueron al rescate de ella para
 que no fuera destruida, arriesgando sus vidas'', dijo Bobillo. ``La
 bandera se guardó secretamente porque en esos tiempos existían los
 problemas de grupos que querían coger poder, el gangsterismo, los
 golpes de estado, gobiernos que duraban 24 horas... La bandera es un
 tesoro que no podía caer en manos inescrupulosas''.

 La bandera, que yacía doblada en forma triangular en una maleta, fue
 resucitada en Mártires de La Cabaña como una reliquia sagrada. Fue
 extendida delante de un público fraternal por el Venerable Hermano,
 Fernando Casanova, Gran Maestro de la Respetable Logia José Manuel
 Avila Acosta, y por Bobillo.

 ``Nosotros, los masones, le damos una importancia marcada a la patria'',
 afirmó Guillermo Calvo, Gran Maestro de la Gran Logia Unida de Las
 Antillas, al comienzo de la ceremonia celebrada el pasado 25 de junio
 para mostrar la bandera.

 La enseña, hecha en lino, mide 8'8'' de largo por 4'2 1/2'' de ancho. Sus
 colores --rojo y azul-- están desvaídos, pero no han perdido su tono.
 Sólo la blanca estrella solitaria está manchada, tal vez por la humedad.

 Esta bandera, afirmó Bobillo, es una de tres idénticas. La primera, se
 especula que fue firmada por generales del ejército mambí y puede estar
 en el Museo de La Habana. Se cree que la segunda fue obsequiada al
 general estadounidense Leonard Wood, gobernador de Cuba durante
 los breves años de transición entre el fin del dominio español y la
 instauración de la república. El paradero de ésta se desconoce. La
 tercera es la que Bobillo posee, según dijo. Tiene un cuño militar y un
 número 3, añadió.

 Menduiña murió en Cuba en 1974. Diez años más tarde, su esposa,
 Emelina Francisca, emigró a Venezuela con su familia.

 ``No sé cómo mi madre pudo sacar la bandera de Cuba,'' confesó
 Emelina Menduiña, hija del matrimonio y residente de Hialeah. ``Cuando
 llegamos a Venezuela, ella me preguntó que si una pequeña estatua de la
 Santa Bárbara estaba dentro de su maleta. Cuando abrí la maleta, vi la
 bandera. Me puse muy contenta, porque era un recuerdo importante de
 mi padre y de mi abuelo''.

 Emelina Francisca falleció en Estados Unidos hace cuatro años, dejando
 la bandera en manos de su hija. Hace 10 meses, en una conversación
 familiar, surgió el tema de la bandera misteriosa.

 ``Al ver el cuño militar, le expliqué a mi sobrina por qué [la bandera]
 siempre estaba escondida'', dijo Bobillo. ``Por mi conocimiento de su
 historia, mi sobrina traspasó la bandera a mis manos para que yo hiciera
 con ella todo lo necesario para su conservación''.

 Bobillo contactó inmediatamente a Casanova, su amigo de muchos años.

 ``Decidí que el hermano Casanova también fuera guardián de la bandera,
 porque es masón como mi padre'', dijo Bobillo.

 Casanova considera la bandera una ``joya''. Su deseo es que todos los
 cubanos sepan que existe.

 ``La bandera siempre ha tenido un custodio masónico'', dijo Casanova.
 ``Eso fue lo que ocasionó que se hiciera presencia de ella en un acto
 masónico llamado Tenida Blanca, donde familiares y amigos que no son
 masones pueden participar en los actos de la logia. Hasta ahora la
 bandera ha sido un secreto. Después de este acto vamos a planificar qué
 es lo que vamos hacer con ella con respecto a su exhibición''.

 Casanova y Bobillo indicaron que están interesados en consultar a
 expertos que puedan certificar la integridad histórica de la bandera.

 ``Sé que la bandera es auténtica porque conozco su trascendencia, pero
 quiero que el público también esté seguro de ella'', dijo Bobillo.

 Miguel Bretos, asesor de la Secretaría de Asuntos Comunitarios y
 Proyectos Especiales de la Institución Smithsonian en Washington, D.C.,
 declaró durante una entrevista telefónica que está muy emocionado ante
 el posible ``descubrimiento de esta importante reliquia cubana''. Bretos
 espera ver la bandera durante un viaje a Miami este mes.

 ``Lo importante es que existe una tradición oral fehaciente acerca de la
 bandera'', dijo Bretos. ``Quedan dos fuentes que cerrarían el caso de la
 autenticidad de la bandera. Lo primero sería comparar las características
 físicas del objeto con las de las otras banderas que se suponen parte de
 la serie, y [luego] consultar las fuentes documentales del momento''.

 Casanova expresó que, idealmente, la bandera debe ser custodiada
 siempre por los masones por el recorrido que ha tenido en estos últimos
 65 años, y porque su diseño enlaza símbolos masónicos y patrióticos. El
 general venezolano Narciso López, que luchó por la independencia de
 Cuba, fue quien la diseñó.

 Las tres franjas azules representan ciencia, virtud y belleza. Las dos
 franjas blancas, pureza y justicia. El triángulo rojo es símbolo de la
 democracia. La estrella solitaria es una insignia de la independencia.

 ``Este evento tiene un significado profundo'', declaró el comisionado del
 Condado de Miami-Dade Bruno A. Barreiro, quien participó en la
 ceremonia de presentación de la bandera. ``Nuestra comunidad se siente
 honrada de que hemos tenido la oportunidad de enseñar la bandera junto
 a amistades, relaciones y líderes comunitarios''.

 Su hermano Gustavo Barreiro, aspirante a la Cámara de Representantes
 estatal, también expresó su apoyo.

 ``Es muy importante que jóvenes --hijos de cubanos-- sigan los pasos de
 nuestros padres y conozcan nuestra historia para poder continuar
 luchando por la liberación de Cuba''.

 Martha Gutiérrez-Steinkamp, directora interina del Museo Cubano de
 las Américas de la Universidad de Barry, ofreció sugerencias para
 proteger la bandera.

 ``Comprendo muy bien el entusiasmo y el orgullo de querer compartir
 con la comunidad algo tan importante'', dijo Gutiérrez-Steinkamp. ``Pero
 es vital tomar las precauciones necesarias para prevenir el deterioro. Los
 conservadores de textiles nos han alertado sobre el hecho de que la luz,
 natural o artificial, es uno de los peores enemigos de los textiles de cierta
 edad''.

 ``Además, la humedad o una temperatura inestable causa daños
 también'', agregó.

 El consenso de los masones cubanos sobre el ambiente ideal para la
 bandera del 20 de mayo lo iluminó Calvo al final de la Tenida Blanca.

 ``Esta bandera representa todo el esfuerzo, todo el sentimiento de cada
 uno de los cubanos que están aquí en este momento. Nosotros
 solamente hemos querido darla a conocer para que los exiliados en el sur
 de la Florida sepan que esta bandera existe en tierra de libertad y que
 quizás pueda surgir el sentimiento necesario para que no se quede aquí y
 pueda ocupar el lugar de donde vino: en El Morro, en una Cuba libre y
 soberana, para el disfrute de todos los cubanos''.