El Nuevo Herald
14 de julio de 2001

Vuelven los apagones a pesar de promesa oficial

 MARC FRANK /  Reuters
 LA HABANA

 Pocos meses después de que el gobierno cubano anunciara el fin de los cortes eléctricos que caracterizaron la vida en la isla en los años 90, los apagones han vuelto a ser una constante casi diaria.

 Residentes a lo largo y ancho de la isla confirmaron esta semana que una nueva racha de apagones empezó en junio y se empeoró en julio, con una media de dos y tres horas diarias sin electricidad.

 ``Ya se me habían olvidado los apagones y volvieron en el peor momento. ¿Cómo voy a entretener a los muchachos en las vacaciones sin televisión?'', se lamentó María Ferreiro, un ama de casa habanera de 57 años.

 Mientras aumenta el calor del verano, muchos cubanos han recordado con temor los largos apagones que se produjeron en los años 90, después del colapso de la Unión Soviética, que suministraba petróleo subsidiado a la isla caribeña.

 Las autoridades y los medios oficiales casi no han mencionado los cortes de electricidad, quizás porque a finales del año pasado anunciaron por todo lo alto que ya no habría apagones en el 2001.

 Pero la compañía que abastece de agua a La Habana, una empresa mixta cubano-española, reconoció esta semana que existía un problema, pidiendo disculpas a sus clientes por las interrupciones en el suministro de agua.

 ``Con una frecuencia inusual en los meses de junio y julio, las bombas en las fuentes de abasto que suministran el agua a la Ciudad de La Habana dejaron de bombear por falta de energía eléctrica'', dijo Aguas de Habana.

 El presidente Fidel Castro también se refirió a este problema hace unos días, cuando se fue la luz durante un congreso infantil al que asistió en La Habana.

 Los servicios estatales, desde la concesión de pasaporte al cambio de matrículas de los coches, también se han visto afectados por los apagones.

 En los años 90 el gobierno planificaba los apagones cuidadosamente para permitir a los residentes desconectar aparatos eléctricos, de manera que no se despilfarrara energía cuando regresara la luz.

 Pero ahora parecen estar produciéndose sin previo aviso, durante el día o la noche.

 ``Nadie sabe que está pasando, unos dicen que por reparaciones y otros porque no hay petróleo. Pero lo real es que viene el apagón sin avisar y así no hay equipo que aguante'', dijo Caridad Abdala, una maestra de Santiago de Cuba.

 ``Es la queja que tiene todo el mundo, que ni se avisa a la gente para desconectar los equipos antes que vayan para la calle. Se va la luz y hay problemas con los
 equipos. Parece que la combinación del incremento de demanda de verano y el alto precio de petroleo es la causa'', añadió un habanero que prefirió no revelar su nombre.

 Cuba se encontró sin petróleo ni dinero para importarlo cuando cayó la Unión Soviética, que exportaba hasta 13 millones de toneladas de crudo subsidiado a la isla.

 En los años más duros del ``periodo especial'' (eufemismo oficial para designar la crisis económica de los 90), en 1994 y 1995, los apagones llegaron a ser de 18 horas al día, lo que paralizó notablemente la actividad económica.

 Desde entonces, el gobierno y las compañías extranjeras han invertido más de mil millones de dólares para aumentar la capacidad eléctrica y buscar petróleo en la isla. El Banco Central informó que en el 2000 la producción de petróleo fue de 2,7 millones de toneladas

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