Diario las Americas
10 de mayo de 1999

Costarricenses escépticos tras primer año de gobierno de Rodríguez

              SAN JOSE - - Sin avances sustanciales en ninguna de sus áreas de acción,
              aunque con relativa estabilidad económica, el presidente Miguel Angel Rodríguez
              cumple este sábado su primer año al frente del gobierno de Costa Rica en medio
              de un escepticismo /generalizado, según coinciden analistas y ciudadanos.

              La sensación de una estabilidad sin mayores cambios fue expuesta por el diario
              La Nación que consultó a observadores y gente común, quienes, con diferentes
              matices, reconocieron la estabilidad económica, la ambigüedad en la política
              social y las dificultades en la conducción política que impidieron a Rodríguez
              exhibir logros de fondo en su primer año de gestión.

              En febrero de 1998, Rodríguez (socialcristiano, derecha) ganó las elecciones con
              apenas una ventaja del 2,3% sobre su principal rival, José Miguel Corrales
              (socialdemócrata, centro) y urgía maniobrar con sumo cuidado para impulsar las
              principales reformas que formaban su plan de gobierno. Entre ellas la apertura en
              los mercados de telecomunicaciones y seguros.

              En su primer año, el mandatario convocó a un foro nacional de concertación,
              enfrentó a quienes se oponían a sus proyectos en energía y telecomunicaciones, se
              mantuvo firme en una directriz para limitar la expansión del crédito bancario,
              perdió la calma al llamar "filibusteros" a quienes se oponían a sus criterios, aunque
              finalmente retomó un lenguaje conciliador en procura de facilitar la difícil relación
              con el Congreso.

              También vio deteriorarse su popularidad al aumentarse el salario en un 171%.

              El foro de concertación, al que acudieron representantes de unas 30
              organizaciones, concluyó con 150 acuerdos que se tradujeron en seis proyectos
              de ley, de los cuales ninguno fue aprobado todavía por la Asamblea Legislativa.

              Grupos sindicales y representantes de los partidos Liberación Nacional (PLN, el
              mayor de oposición) y de otros minoritarios, atacaron al gobierno por haber
              "manoseado" las iniciativas salidas de la concertación para ajustarlas a sus deseos.

              "El mayor escollo fue que no se aprobaron los proyectos que surgieron como
              fruto del proceso de concertación", reconoció Rodríguez el pasado 9 de abril al
              hacer un balance de su primer año.

              "Nos confiamos demasiado pensando que los íbamos a lograr y creyendo que
              existía conciencia nacional de las verdaderas necesidades que tiene el país",
              añadió el gobernante en esa oportunidad.

              Pese a ello, Rodríguez insiste en haber hecho bien las cosas. "Hoy puedo
              informarles que nuestro país está avanzando por el camino correcto, aún cuando
              queda mucho trecho por recorrer", dijo el pasado 1 de mayo en su informe anual
              ante la Asamblea Legislativa.

              Según explicó, la economía creció el 6,2%, la producción agrícola aumentó un
              5,3%, las exportaciones 30%, hubo 73.000 nuevos empleos, los salarios
              crecieron un 18%, la pobreza se redujo a un 19,7%, y la mortalidad infantil bajó a
              un 12,6 por 1.000.

              Para el secretario general del PLN, Rolando González, Rodríguez "ha defraudado
              al pueblo costarricense al olvidarse de las 1.300 promesas que hizo en la
              campaña electoral, no tener definición de lo que quiere o puede hacer, y usar los
              logros y resultados de la administración de José María Figueres (1994-98) como
              si fueran propias".

              El economista Helio Fallas opinó que una de las principales fallas es que el
              Gobierno no estableció una política clara y concreta para enfrentar la pobreza, en
              tanto que Luis Garita, ex rector de la Universidad de Costa Rica (estatal) sostuvo
              que la gestión ha sido consistente en lo económico, confusa en lo social mientras
              que en lo político apenas "está por verse".

              Frente a ellos, Ingerman Aguilar, madre de tres niños que vive en precariamente al
              oeste de la capital, declaró que "las cosas siguen igual y van para peor, todo sube
              y nada baja. Sólo bajan (los precios de) los carros y la gasolina y una no necesita
              que eso baje, lo que una necesita es que baje la comida. Rodríguez prometió
              muchas cosas y no ha cumplido nada".