El Nuevo Herald
September 27, 1998
 
EU le corta alas a aviación tica

 IRENE VIZCAINO

 --De la redacción de La Nación

 San José -- Improrrogables seis meses. Este es el plazo que tiene la
 Dirección de Aviación Civil para corregir todos los problemas de
 seguridad, mantenimiento de aeronaves, capacitación y normas
 desactualizadas durante años.

 De no hacerlo, la Agencia Federal de Aviación Civil de los Estados
 Unidos (FAA) colocaría al país --actualmente en la categoría uno de
 seguridad aérea-- en la número dos. Y, en seis meses más, caería en la
 última, de acuerdo con el asesor de la Dirección de Aviación Civil,
 Alvaro Durán.

 ¿Qué significa? Pues que Costa Rica no podrá aumentar a partir de abril
 de 1999 el número de aviones que vuelan a esa nación norteamericana,
 en este caso los de Líneas Aéreas Costarricenses S. A. (LACSA), ni
 tampoco las frecuencias. Es decir, se quedaría estancada, lo que
 afectaría al sector turismo.

 Esto, porque inmediatamente el gobierno estadounidense enviaría una
 nota a las agencias de viajes para decir que volar en Costa Rica es
 inseguro.

 ``Sí, le tenemos miedo. Las consecuencias son la reducción de oferta de
 transporte, la disminución potencial de visitantes al país, sin dejar de lado
 lo que para la gente significaría que le digan inseguridad'', reconoció
 Mario Socatelly, vicepresidente de la Cámara Nacional de Turismo
 (Canatur).

 El estado también perdería, porque Lacsa tendría dificultades para pagar
 impuestos y servicios de aeropuerto.

 Se intentó conocer con más amplitud los efectos en esta compañía, pero
 los autorizados para contestar, tanto del grupo Taca como de Lacsa se
 encontraban en Portugal y Estados Unidos, según manifestó Mario
 Cordero, gerente de relaciones públicas.

 No es nueva

 Pero esta llamada de atención no es nueva, todo lo contrario, la FAA
 -organismo estadounidense responsable de desarrollar y mantener un
 sistema de control de tráfico aéreo en los vuelos desde Estados Unidos y
 hacia allá- dio el ultimátum al país en la administración pasada, que según
 las palabras de Durán, trató de resolver el problema ``con diplomacia y
 promesas''.

 En aquel momento se elaboró un plan de 196 pasos, de los cuales según
 las nuevas autoridades en materia de aviación, no se concretó ni uno.

 Actualmente, Costa Rica aparece clasificada en la categoría uno, es
 decir, no tiene ninguna restricción de vuelos a los Estados Unidos. En la
 dos entraría en esa condición y ya en la tres, implicaría la total
 prohibición.

 Guatemala, por ejemplo es uno de los países que se encuentra en la
 categoría dos; Nicaragua, en la tres. En el caso de El Salvador, estuvo
 en la dos y tardó dos años en ascender a la uno.

 De emergencia

 Convencidos de que la FAA no dará más tiempo ni será tan benevolente
 como en el pasado, ya entró en ejecución un plan de emergencia para
 atender los principales problemas. A grandes rasgos son:

    Ausencia de personal capacitado para realizar labores de certificación
 de pilotos, inspección de talleres de mantenimiento, escuelas de aviación
 y compañías fumigadoras.

    Desactualización en conocimientos y normas de seguridad.

    Una Ley de Aviación Civil obsoleta, lo mismo que los reglamentos.

 Frente a ellos, se cuenta con un cronograma de acciones que empezó
 semanas atrás y concluirá en año y medio. Para entonces, la aviación del
 país podría dar un respiro.
 

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