El Nuevo Herald
30 de agosto de 2001

 El legendario diario El Espectador se ve forzado a volverse semanario

 E l periódico cayó víctima de la recesión económica que afecta a Colombia

 JARED KOTLER / AP
 BOGOTA

 El Espectador, uno de los diarios colombianos más prestigiosos, que sobrevivió a las balas y bombas de los narcotraficantes,
 cayó víctima de la recesión económica, anunció ayer su director, Carlos Lleras.

 El matutino dejará de salir diariamente para convertirse en un semanario que será publicado los domingos. El 2 de septiembre
 saldrá a la calle el último número bajo el actual formato, y se espera que el domingo 16 salga en su nueva versión.

 ``En las actuales circunstancias de crisis del país, todos los medios escritos están pasando por enormes dificultades. Por eso
 tenemos que concentrarnos en un nicho --donde están la mayoría de los lectores y anunciantes-- que es el día domingo'', dijo
 Lleras en rueda de prensa.

 El director afirmó que si El Espectador hubiera querido mantenerse como un periódico debería haber capitalizado unos $50
 millones en cinco años.

 Calificó el diario como parte del ``patrimonio de Colombia'' por su independencia y su papel como formador de la opinión pública.

 Lleras anunció que se intentará reducir lo menos posible la planta de unos 450 empleados.

 ``Es un golpe muy duro. Con El Espectador desaparece parte de mi corazón'', señaló Francisco Carranza, un fotógrafo que lleva
 34 años en el matutino.

 El aún diario ha tenido una historia sumamente sufrida, pero los golpes no lograron doblegar su ánimo de informar.

 Hace 49 años las instalaciones fueron devoradas por un incendio intencional en una época conocida como ``La Violencia'' por las
 sangrientas batallas entre liberales y conservadores. De hecho, hasta hoy mantiene una banda roja en la portada, como toda la
 prensa allegada al Partido Liberal.

 En 1986, el capo de la droga del Cartel de Medellín, Pablo Escobar, ordenó el asesinato de su entonces director, Guillermo Cano,
 un fuerte crítico del narcotráfico, a la salida del diario.

 En 1989, el cartel colocó un camión bomba en las inmediaciones de El Espectador, que dañó las instalaciones y dejó heridos a
 varios empleados.

 Un mes antes, el matutino se había a referido al Congreso como ``una bolsa de cobardes'' porque algunos de sus miembros
 favorecían las negociaciones con los narcos y rechazaban la extradición de éstos a Estados Unidos.

 Fundado en 1887, El Espectador compitió por los anuncios y los lectores con su más grande rival, El Tiempo.

 En la medida que decayó la circulación, se redujeron los ingresos por publicidad.

 En 1997, la familia Cano vendió la mayor parte de la propiedad al Grupo Bavaria, uno de los más importantes conglomerados
 económicos del país, que posee embotelladores y la aerolínea Avianca.