El Nuevo Herald
20 de noviembre de 1998

 Guerrilla de las FARC ataca campamento de paramilitares

 Bogotá --(Reuters)-- Más de 30 personas murieron cuando guerrilleros
 atacaron el campamento de un escuadrón paramilitar ultraderechista en el
 noroeste de Colombia, informaron el jueves fuentes de ambas partes.

 Los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
 (FARC) dijeron en un comunicado que atacaron el miércoles un bastión
 de los paramilitares derechistas en la región bananera de Urabá y
 mataron a 32 integrantes del grupo mientras dormían.

 Sin embargo, Carlos Castaño, jefe del ilegal grupo paramilitar Fuerza de
 Autodefensa Campesina de Córdoba y Urabá (ACCU), dijo a una
 radioemisora local que 19 de sus subordinados y 16 guerrilleros
 murieron en el enfrentamiento, que ocurrió cerca de la localidad de
 Pavarando.

 El más reciente enfrentamiento en Urabá, en el departamento de
 Antioquia, ocurrió en medio de una renovada ola de violencia política en
 gran parte del territorio colombiano y mientras los dirigentes de las
 FARC se preparan para sostener sus primeras conversaciones de paz
 con el gobierno en seis años, en una amplia región desmilitarizada del
 sudeste del país.

 El conflicto civil en Colombia, que comenzó hace tres décadas, ha
 costado la vida a más de 35,000 personas sólo en los últimos 10 años.

 Las autoridades colombianas declinaron confirmar el jueves la cifra de
 muertos en el combate en Urabá.

 ``Hubo combates, pero solamente cuando tenemos los víctimas en la
 morgue podemos decir cuántos muertos hay'', dijo el gobernador del
 departamento de Antioquia, Alberto Builes.

 Los jefes de las unidades del ejército colombiano en la región informaron
 oficialmente el jueves que tres personas murieron y seis resultaron
 heridas en el combate, pero tradicionalmente los guerrilleros y
 paramilitares retiran a sus bajas del frente del combate y los sepultan en
 tumbas sin marcar.

 La región de Urabá, que comprende también parte de la provincia del
 Chocó y se prolonga hasta la frontera con Panamá, es una de las zonas
 más violentas de Colombia.

 En las últimas dos semanas se han desatado combates entre fuerzas
 rebeldes y grupos paramilitares en el norteño departamento de Bolívar y
 cientos de familias campesinas han tenido que abandonar sus hogares.

 Medios de prensa locales informaron que en el departamento central de
 Tolima al menos 50 miembros de las FARC y unos 10 soldados
 murieron en combates entre el ejército y una columna guerrillera dirigida
 por unos de sus principales jefes, Alfonso Cano.

 Analistas políticos afirmaron que todas las partes involucradas en el
 conflicto civil colombiano intentan ganar control territorial y fortalecer sus
 posiciones, en espera de un posible fracaso de las negociaciones de paz
 entre el gobierno y la guerrilla.

 A comienzos de noviembre, el presidente colombiano Andrés Pastrana
 ordenó la retirada de unos 2,000 soldados de una amplia zona de la
 región sudoeste colombiana que comprende partes de los departamentos
 del Meta y Caquetá, como condición preliminar para iniciar las
 conversaciones con las FARC.