El Nuevo Herald
14 de octubre de 1998
 Ley iguala a niños nacidos en Chile

 Santiago --(EFE)-- El presidente chileno, Eduardo Frei, promulgó el
 martes, tras cinco años de trámite, una ley que termina en Chile con la
 figura discriminatoria de hijos ``ilegítimos'', a los que se les niegan
 derechos civiles y sociales desde hace 140 años.

 ``Se ha dejado detrás una situación casi vergonzosa (...). A partir de hoy
 todos los niños chilenos serán iguales'', proclamó Frei al firmar el texto
 legislativo en una ceremonia en el Patio de los Naranjos del palacio
 presidencial de La Moneda, a la que asistieron más de un centenar de
 escolares, así como ministros y dirigentes políticos.

 ``Con esta ley ya no habrá hijos de primera o de segunda categoría.
 Hemos sido capaces de superar desigualdades y discriminaciones del
 pasado'', subrayó el mandatario.

 Añadió que ésta es ``la reforma más importante al código civil chileno,
 sólo comparable a la que originó la ley de matrimonio, hace ya más de
 100 años''.

 La ley establece la igualdad de derechos hereditarios, de alimentos y de
 parentesco entre todos los hijos nacidos en Chile, a los que les otorga
 además el derecho a reclamar la paternidad responsable a través de
 pruebas como el examen de ADN.

 La nueva ley regirá con efecto retroactivo y beneficiará a casi al 44 por
 ciento del total de los niños que nacen anualmente en Chile, la mayoría
 hijos de madres solteras o de mujeres separadas, viudas o con sus
 matrimonios anulados.

 En Chile no existe divorcio, por lo que las parejas que quieren volver a
 casarse deben anular previamente su matrimonio anterior con argucias
 legales, como errores en los datos que suministraron al casarse por
 primera vez.

 En 1997 nacieron en Chile 260,000 niños, de los que 114,000 fueron
 registrados como ilegítimos, el 44 por ciento del total.

 ``Este es un acto de reparación para todos los que debieron cargar con
 la postergación y la segregación'', indicó Frei.

 La antigua legislación establecía que sólo son legítimos los hijos nacidos
 dentro del matrimonio, al resto se les denominaba ``ilegítimos'', categoría
 que se dividía entre hijos naturales (reconocidos por uno o por los dos
 progenitores) e ilegítimos propiamente tales (no reconocidos por nadie).

 Los efectos de estas diferencias implicaban desde la vergüenza social
 hasta las normas explícitas en el código civil según el cual un hijo natural
 sólo podía heredar la mitad de lo que recibía el legítimo, y el ilegítimo no
 tenía derecho a nada, ni siquiera a tener parientes.

 La persistencia de esta división convirtió por décadas a Chile en el único
 país de América que practicaba esta discriminación.

 La ministra de la Mujer, Josefina Bilbao, una de las gestoras de la
 iniciativa presentada hace cinco años al Parlamento, calificó de
 ``histórica'' la aprobación y promulgación de la nueva ley.

 ``Estoy muy emocionada que después de cinco años de trabajo llegara
 este momento en el cual efectivamente estamos terminando con una
 discriminación tan odiosa. Me llena de felicidad porque además hemos
 hecho un trabajo muy bueno y creo que el proyecto de ley va a
 fortalecer el trabajo con la familia'', dijo Bilbao.

 El tema ha sido muy sensible y tiene raíces históricas profundas en este
 país, donde incluso el prócer de la independencia, Bernardo O'Higgins,
 nació ilegítimo y fue tildado de ``huacho'' o ``bastardo'' por la oligarquía
 de entonces.
 

                 Copyright © 1998 El Nuevo Herald