El Nuevo Herald
Oct. 01, 2004

Imponen 12 años al asesino de un general chileno

Reuters
BUENOS AIRES

El ex espía chileno Enrique Arancibia fue condenado ayer a 12 años de prisión por secuestrar a dos compatriotas suyas en Argentina, un castigo que se unifica con la reclusión perpetua que cumple por asesinar al general chileno Carlos Prats en Buenos Aires.

Los delitos que sentenciaron a Arancibia ocurrieron en 1977 en la capital argentina, al igual que el atentado que terminó con la vida de Prats tres años antes, como parte de la Operación Cóndor, planeada por las dictaduras militares de Argentina, Chile, Uruguay y Brasil para perseguir a disidentes.

El tribunal lo declaró culpable de haber secuestrado brevemente y después liberado a Laura Elgueta Díaz, hermana de un desaparecido opositor al gobierno del ex dictador chileno Augusto Pinochet, y a su cuñada Sonia Díaz Ureta.

Antes del fallo del juicio oral --que coincidió con el 30 aniversario del atentado contra Prats--, el ex agente hizo uso de las últimas palabras que preceden al veredicto de un tribunal para declararse ``absolutamente inocente de todos los cargos que se me imputan''.

Elgueta Díaz, presente en la sala donde se leyó el veredicto dedicó la condena a todos los perseguidos políticos por el gobierno de facto de Pinochet.

''Es un acto de justicia. Se lo dedico a mi hermano y a todos los desaparecidos chilenos del Plan Cóndor y especialmente al general Prats, del cual hoy (ayer) se cumplen 30 años de su asesinato'', expresó.

Sonia Díaz Ureta actualmente reside en México.

En Argentina, la pena estipulada para ese delito es de entre 10 y 25 años de prisión y el hecho de que la víctima sea una mujer es considerado un agravante.

La Corte Suprema de Argentina, donde aún hay casos abiertos por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura de 1976 a 1983, declaró en agosto imprescriptible el homicidio de Prats, quien se había exiliado en Argentina tras renunciar a la jefatura del ejército chileno.

El fallo ratificó la condena del 2000 contra Arancibia, un integrante del grupo de tareas de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de Chile que residía en Buenos Aires y respondía a las órdenes de la dictadura de Pinochet en el marco de la Operación Cóndor.

El apoyo de Prats al gobierno socialista de Salvador Allende en Chile lo transformó en un blanco para Pinochet, quien lo sucedió al frente de las Fuerzas Armadas en 1973 para después encabezar un sangriento golpe de Estado.

Se estima que desaparecieron unas 3,000 personas durante su gobierno militar.

Pinochet, de 88 años, negó haber estado vinculado a la Operación Cóndor en un reciente interrogatorio por una causa donde se le acusa del secuestro y la desaparición de 19 opositores.