El Nuevo Herald
Feb. 08, 2002

El dinero manda en el carnaval de Rio

                      RIO DE JANEIRO
                      MICHAEL ASTOR / AP

                      El carnaval de Río, que comienza hoy, promete ser el más espectacular y costoso de la historia gracias a la
                      abundancia de patrocinadores para el evento de este año, que incluye bailes de sociedad, fiestas callejeras y un
                      vistoso desfile de samba.

                      Sin embargo, algunos critican que las celebraciones se están comercializando demasiado.

                      Más que nunca antes, los patrocinadores comerciales son los que definen los temas del carnaval. Sin ellos, según
                      los organizadores, el desfile de las tradicionales escuelas de samba no sería el brillante despliegue de música,
                      sensualidad y colorido con que culminan las festividades.

                      Pero muchos consideran que, debido a la influencia comercial, la espontaneidad y los bailes callejeros han dejado
                      paso a una serie de ornamentadas carrozas, lujosos vestidos y bailarinas semidesnudas. Los críticos dicen que el
                      carnaval carioca ''se ha vendido'' a los grandes intereses comerciales.

                      El carnaval se inicia oficialmente hoy, cuando el alcalde de Río, César Maia, entrega las llaves de la ciudad al
                      ''rey Momo'', soberano de las festividades. En todo este país de 170 millones de habitantes, las oficinas del
                      gobierno, los bancos y el comercio cierran durante cinco días dedicados plenamente a las celebraciones.

                      La máxima expresión de esas festividades es el desfile de escuelas de samba de Río, que tiene lugar las noches
                      del domingo y el lunes. Este año las escuelas son 14 grupos comunitarios que han pasado todo un año
                      preparándose para su momento de gloria.

                      Cada grupo, que consta de varios millares de bailarines y percusionistas, tiene 80 minutos para desfilar por el
                      sambódromo, el paseo de 700 metros, con capacidad para 70,000 espectadores, erigido especialmente con este
                      fin en el centro de Río.

                      Millares de asistentes se congregan en las graderías que flanquean el paseo para cantar, bailar y vitorear a las
                      distintas escuelas.

                      El desfile es transmitido por cadena nacional a todo el país, y la perspectiva de llegar a una teleaudiencia tan
                      numerosa ha atraído a las corporaciones y a los políticos. Aunque no se permiten avisos comerciales, los
                      patrocinadores eluden esa prohibición pagando grandes sumas a las escuelas para que escojan temas que
                      promuevan sus intereses.