El Nuevo Herald
28 de julio de 2001

 Se deteriora la salud de dos exiliados detenidos en Panamá

 Posada Carriles y Gaspar Jiménez tienen serios padecimientos

 KATHIA MARTINEZ / AP
 PANAMA

 Los exiliados Luis Posada Carriles y Gaspar Jiménez, acusados por Cuba de planear un atentado contra el gobernante Fidel Castro en esta capital, padecen serios
 quebrantos de salud, según su abogada.

 A Posada Carriles se le diagnóstico un carcinoma en la nariz y los médicos temen que pueda desembocar en un cáncer con serias complicaciones, además sufre de
 una angina de pecho que se complica por sus avanzados 73 años, expresó ayer la abogada Rosa Mancilla de Cruz.

 ``Esta muy deteriorado, lo he visto muy frágil, a veces tiene desmayos. Está caminando y de pronto se cae. Son situaciones muy delicadas y lo han certificado los
 mismos médicos'', expresó Mancilla mientras esperaba a la entrada de un hospital público al que sería conducido Posada Carriles.

 Jiménez, otro de los acusados por Cuba de planear el asesinato de Castro durante la celebración de la Cumbre Iberoamericana en Panamá el año pasado, también está enfermo y fue recluido desde el jueves en un hospital privado a consecuencia de ``serios padecimientos del corazón'', dijo Mancilla.

 ``El tiene antecedentes de infartos y su situación es muy delicada'', agregó.

 Posada Carriles, Jiménez, Guillermo Novo y Pedro Remón permanecen detenidos en Panamá desde noviembre pasado cuando fueron detenidos por la policía, poco después que Castro informara en una rueda de prensa sobre el presunto complot.

 Cuba solicitó la extradición de los exiliados, pero su pedido fue rechazado por las autoridades panameñas, las que que argumentaron que deben ser investigadas en el país las acusaciones que pesan sobre ellos.

 El Ministerio Público les ha formulado cargos de posesión de explosivos y asociación ilícita para cometer delitos. Jiménez y Posada tienen también cargos por
 falsificación de documentos.

 Cuba también responsabiliza a Posada Carriles del derribo de un avión de pasajeros en el que murieron unas 73 personas en 1976.

 La defensa de los exiliados solicitó infructuosamente, en febrero, una medida cautelar a favor de Posada Carriles y Jiménez, que implicaría que fueran trasladados a un hospital o beneficiados con un arresto domiciliario en el territorio panameño.

 A raíz del deterioro de la salud de ambos, la solicitud fue hecha nuevamente la semana pasada, indicó Mancilla.

 "Estamos conversando con el Ministerio Público y haciéndole saber que estamos muy preocupados por la salud de ellos'', concluyó.

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