El periodico El Salvador (WordPress)
Junio 23, 2009

FBI revela planes terroristas de cómplices de Posada Carriles

TeleSUR

Un informe desclasificado de FBI reveló que el cubano – americano Reinol Rodríguez, asociado al terrorista confesó que Luis Posada Carriles, mantuvo un arsenal de armas y explosivos, que tenía como fin la destrucción de un avión cubano en Trinidad y Tobago, caso similar al de Posada Carriles, informó este martes el diario Granma.
Los explosivos militares de fabricación norteamericana fueron enterrados al lado de la pista principal, con dos barriles de gasolina, precisamente donde los aviones de transporte cubano, en escalas hacia Angola, giraban para posicionarse en el momento del despegue.
La detonación, si se hubiese llegado a producir, hubiera alcanzado el ala de la aeronave para luego provocar su explosión, mientras el informe revela que los explosivos nunca fueron retirados del suelo por los conspiradores.
Los explosivos fueron transportados desde Puerto Rico hacia la isla caribeña por las esposas de Eulalio Francisco Castro Paz, alias “Frank” Castro, y René Fernández del Valle, otros dos preeminentes terroristas de la red de Orlando Bosch.
Castro, Fernández y dos cómplices, Gustavo Castillo Oliver y Jimmy Everett, transportaron las cuerdas detonadoras escondidas en su cinto en vuelos comerciales.
Reinol Rodríguez quien en la actualidad reside en Miami, actúa de “Jefe Militar” del grupo terrorista Alpha 66, tolerado por el FBI, y participa en numerosas asambleas de terroristas.
Rodríguez es sospechoso desde hace años del asesinato del joven cubano Carlos Muñiz Varela ejecutado hace 30 años en Puerto Rico, tiroteado desde un carro en marcha el 28 de abril de 1979, mientras se dirigía a casa de su madre, y murió dos días más tarde.
El joven cubano dirigía entonces la Agencia de Viajes Varadero, en la capital puertorriqueña, y se dedicaba a organizar visitas de exiliados a Cuba en el marco de un proceso de acercamiento político.
Operación orientada por la CIA
Según el reporte de Jean Guy Allard, este documento, fue desclasificado en mayo de 1999 pero su contenido revelador quedó inadvertido.
En el informe, “Frank” Castro y Fernández del Valle pertenecían al llamado Frente de Liberación Nacional de Cuba (FLNC) “que se asoció a la Coordinación de Organizaciones Revolucionarisa Unidas (CORU) una operación autónoma orientada por la CIA que provocó decenas de atentados en los años 70 tanto en territorio de Estados Unidos como en otros países”.
El informe del FBI precisa que Reinol Rodríguez tuvo, en aquel momento, varias ametralladoras incluso de calibre .50, además de un cañón de 20mm “que esperaba utilizar contra un barco cubano” que viajaba en la cercanía de Isla Mona.
Por su parte, Frank Castro vive en República Dominicana desde donde colabora en acciones montadas desde Miami por la mafia terrorista de origen cubano. También conspiró en esos mismos años para volar otro avión cubano, esta vez en Mérida, México.
“Más tarde se convirtió en una especie de coordinador de la CORU, luego de los arrestos de Bosch y Posada en Venezuela, en 1976, por la voladura del avión civil cubano que causó 73 muertos”, detalla el reporte de Allard.
En cuanto a René Fernández del Valle radica tranquilamente en Puerto Rico. Fue miembro de la sección puertorriqueña del grupo terrorista Abdala de Puerto Rico bajo la dirección del abogado Sergio Ramos, especializado en asunto migratorios.
Estos mismos conspiradores fueron también acusados por el intento de asesinar al segundo hijo del líder puertorriqueño Juan Mari Bras, al colocar una bomba en el avión que piloteaba el hoy abogado Raúl Mari Pesquera, el 25 de enero 1980.
Fernández Del Valle fue finalmente inculpado junto a un grupo de sospechosos por tráfico de drogas y fue sentenciado a 30 meses de cárcel con 5 años de liberación probatoria, el 27 de enero de 1994. Pero salía ya a la calle el día primero de 1995.
Allard apunta que “de la misma forma que Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, autores intelectuales de la destrucción en pleno vuelo del avión cubano, Reinol Rodríguez, “Frank” Castro (también implicado en el derribo del avión) y René Fernández del Valle nunca han sido castigados por sus crímenes y siguen siendo elementos activos de esa fauna terrorista creada por la CIA y hoy tolerada por el FBI y el conjunto de las autoridades judiciales norteamericanas.
El periodista añada que “de esto nunca habla la prensa del país del norte que tanto predica su versión de la libertad de prensa al resto del planeta”.