La Crónica (San Juan, P.R.)
1984

Espionaje Castrista en Alpha-66

Por: Armando André

Primero de una serie

El gobierno de Cuba acaba de condecorar con la medalla "Eliseo Reyes"a su espia José "El Chino" Fernandez Santos, quien durante dos años estuvo infiltrado en la organización anticomunista Alpha 66 y en 1975 regresó a Cuba.

"El Chino" Fernandez nació en La Habana el 24 de diciembre de 1941, e ingresó en el Movimiento 26 de Julio en 1957, a los 16 años. Al triunfo de la Revolución comenzó a trabajar para el Departamento de Investigaciones del Ejército Rebelde (DIER) y de ahí pasó al Departamento deSeguridad del Estado (G-2).

En 1961 Fernandez comenzó a infiltrarse en las filas de los grupos anticomunistas, donde llegó a ser coordinador provincial del MRR, del FLD y de la ALC, provocando secretamente la detención y fusilamiento de los miembros de estos grupos hasta desarticularlos. Una vez cumplida esta misión, el G-2 decidió enviarlo al extranjero para que se introdujera en los grupos de comandos que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) infiltraba en Cuba.

"El Chino" salió de Cuba en 1968 en el barco que le "robó" a su padre, acompañado por dos anticomunistas, José A. Ravelo Márquez y Francisco Cayetano, a quienes invitó escapar de la isla para ocultar su misión de espionaje. Al llegar a Miami causaron sensación, especialmente porque Ravelo es sobrino de Juan Bautista Márquez, quien entonces estaba muy activo en la lucha por la libertad de Cuba.
Sin embargo, a los pocos meses la Administración de Richard Nixon asumió el poder en Washington y el nefasto Henry Kissinger inició el periodo de coexistencia y "detente" con los comunistas. Las infiltraciones a Cuba fueron suspendidas y reemplazadas por satélites de espionaje de la CIA.

"El Chino" Fernandez comenzó a trabajar de ayudante de camionero para la tienda Richards y después se dedicó a la pesca en aguas de las Bahamas para adentrarse entre los pescadores cubanos exiliados, quienes el G-2 sospechaba tenian conexiones con la CIA. Meses después, Fernandez recibió instrucciones de abandonar la pesca, porque a veces sepasaba un mes en el mar, y poner un negocio de fotografía que lo permitiera estar en Miami e infiltrarse en todos los actos anticomunistas y fichar a sus asistentes.

Así fue como Fernandez conoció a Andrés Nazario Sargén, dirigente de Alpha 66, y comenzó a infiltrarse en su organización. "El Chino" fotografió todos los entrenamientos militares de Alpha 66 y se incorporó a las practicas de tiro. Dado a sus conocimientos marítimos, en octubre de 1974 Fernández fue nombrado capitán de una expedición armada de Alpha 66 para desembarcar en Cuba, en la que iban Hugo Gascón, Roberto del Castillo, Ramón Cala, Jesús Vega, Santiago Acosta, y Mario Bello. Fueron detenidos en Gran Inagua en la Bahamas el 12 de octubre, donde les ocuparon las armas y fueron deportados de regreso a Miami.

Las autoridades le confiscaron a Fernández un salvoconducto firmado por el jefe del G-2, Ramiro Valdés, hecho a nombre del "Sgto. Luis Ramírez", el cual aquí reproducimos, y dice: "Para efectuar unas investigaciones en la Prov. deOriente de orden del Buró Central. Se ruega a cualquier compañero que pueda prestarle su cooperación para el buen funcionamiento de nuestro Departamento, lo realice. Se extiende sin fecha definida." El documento aparece en el expediente #75-196-CR-JE de la corte federal de Miami, donde dos de los expedicionarios y el espía fueron procesados por violación de la Ley de Neutralidad.

Antes que se efectuara el juicio, "ElChino" Fernandez se fue a México para prepararle un supuesto atentado a Fidel Castro, en el que involucró a Francisco Camargo Saavedra y Patricio Sánchez. De allí, Fernández se fue a El Salvador, y sabiendo que estaba descubierto al haberle ocupado su salvoconducto, regresó a Cuba.

Confrontado con la desaparición de Fernández y el documento del G-2, Nazario Sargén declaró a la prensa que el prófugo "no es un agente de la inteligencia castrista" y que "la credencial le habla sido enviada de Cuba por sus militantes en el aparato policiaco comunista." (Vea: "El Alfa 66: Fernandez es un patriota," periódico Libertad, agosto15, 1975, pag. 1).

Sin embargo, tres años después, José "El Chino" Fernandez apareció en La Habana testificando ante el "Tribunal Contra el Imperialismo" donde reveló su labor de infiltración y espionaje en Estados Unidos.
En 1979, Fernández fue galardonado con la Medalla Veinte Aniversario de la Seguridad del Estado y su historia fue escrita en dos tomos titulados "Aquí lasarenas son mas limpias" por el subteniente del Ministerio del Interior Luis Adrian Betancourt.

Han sido varios los agentes castristas que han logrado infiltrarse en Alpha 66. Un documento oficial del Buró Federal de Investigaciones (FBI) que obtuvimos a través del "Freedom of Information Act", que aquí reproducimos, declara en el último párrafo: "Sargén visitó la Oficina del FBI en Los Angeles en Mayo 29, 1963 y dijo que él habla conocido que René Valdés, el representante local de A-66, habla estado conectado con el Movimiento 26 de Julio (J26M) y era posiblemente un "agente G-2"con el gobierno cubano."

El 23 de septiembre de 1967, Emilio y Luis Nazario Pérez, sobrinos del dirigente de Alpha 66, salieron de Caibarién en una pequeña embarcación con Edith Reinoso Hernández y su hija Iluminada. Ella era esposa del ex capitán del Escambray, Fernando Roque Vigil, quien cumplia una condena de 30 años de prisión en Cuba, en la misma causa en que fueron condenados y fusilados Sinesio Walsh y Plinio Prieto.

Posteriormente Emilio y Luis regresaron en expediciones a Cuba, donde el primero fue condenado a presidio y el segundo fue fusilado. El articulo "Espía castrista disfrutó de la libertad de EE.UU.," Patria, enero 31, 1975, pag. 1, afirma que Edith los delató, al igual que traicionó el desembarco de Vicente Méndez. También afirma que "la oficina del Buró de Investigaciones (FBI), de Miami, estuvo investigando en el año 1971 a Edith Reinoso y le informó a través de sus agentes a Nazario de que ella estaba en actividades comunistas."

Edith y su hija escaparon a Cuba, donde ella publicó en 1974 el libro "Testimonio de una emigrada", diciendo maldiciones del exilio y de los hijos de Andrés Nazario Sargén.

El desertor Carlos Rivero Collado escribió en su libro "Los sobrinos del Tio Sam", pag. 220, que para infiltrar la expedición de Vicente Méndez en 1970, "Julio César Ramirez era un oficial de contrainteligencia del Gobierno Revolucionario, infiltrado en el grupo, con la misión de acompañar a la banda apátrida y una vez en Cuba ayudar a su captura."

El ex oficial de la DGI, Orlando Castro Hidalgo, publicó en 1971 la obra "Spy for Fidel", y en la pag. 28 dice: "Otro expediente que yo trabajé fue el de Andrés Nazario Sargén, una alta figura en Alpha 66
. . . El plan sugería métodos que fueran posibles para penetrar el Alpha, posiblemente poniendo un espia o informante cerca de Sargén."

Cuando el Rev. Manuel Espinosa denunció en febrero de 1980 las actividades de los agentes castristas infiltrados, señaló a Emérito González, quien vivia en el local de Alpha 66 y arreglaba las máquinas de la organización, como la persona que previamente le habla dado informes sobre Alpha 66 para pasarlos a Cuba.

Otros casos mas recientes de la infiltración castrista en Alpha 66 son Mario "El Gago" Estévez y Nestor López Molina, refugiados del Mariel. El 9 de diciembre de 1980, López Molina compareció con Nazario Sargén en el programa Actualidad de la WQBA en Miami y alegó ser un capitán de la Dirección General de Inteligencia (DGI) que se habla infiltrado en Alpha 66 para hacerle un atentado a Nazario, pero se arrepintió.

Estévez, quien también dijo ser espía de la DGI, ingresó en Alpha-66 por medio de un pariente que era miembro. Allí lo pusieron a cargo de las lanchas de ataque, y "El Gago" hundió dos de ellas. Después estuvo implicado en el narcotráfico castrista, y al ser arrestado se declaró culpable y testificó contra los otros acusados, incluyendo a cuatro oficiales del régimen cubano.

En las próximas ediciones continuaremos esta serie de reportajes sobre los métodos de operación de los agentes de la DGI, con los nombres de agentes previamente no publicados, y explicaremos por qué el FBI permanece impotente ante esta amenaza.