El Nuevo Herald
6 de diciembre de 2001

Paramilitares asesinan a sindicalista petrolero

Refinerías pasan a control del ejército

 Reuters
 BOGOTA

 Un dirigente sindical del sector petrolero de Colombia fue asesinado por paramilitares de ultraderecha que lo secuestraron, y el poderoso sindicato de la industria decretó una huelga indefinida que podría afectar la producción de combustibles, se informó ayer.

 El cadáver del presidente de la Unión Sindical Obrera (USO) en Cartagena, Aury Sara Marrugo, fue encontrado cerca al caserío de María La Baja, en el departamento de Bolívar.

 La policía informó que el sindicalista fue ejecutado a balazos junto con su guardaespaldas con quien fue secuestrado el pasado viernes cuando salía de su residencia en Cartagena.

 "Este es un crimen de lesa humanidad. Culpamos a los paramilitares y al Estado colombiano porque no garantiza el libre ejercicio de nosotros los sindicalistas'', dijo el vicepresidente de la USO en Cartagena, Hernando Meneses.

 El presidente de la USO, Hernando Hernández, decretó un paro indefinido en protesta por el crimen de Marrugo. En lo que va del 2001, más de 165 sindicalistas de diferentes sectores industriales, incluido el petrolero, han sido asesinados.

 Hernández aseguró que el país sólo tiene reservas de combustibles para cinco o seis días.

 Pero la ministra de Minas y Energía, Luisa Lafaurie, informó que fueron militarizadas las refinerías y se ordenó al personal directivo de los centros de producción y
 refinación que asuman la operación de las instalaciones, como un plan de contingencia para prevenir el desabastecimiento.

 Por otra parte, se informó que entre 150 y 200 muertos se han producido hasta el momento en los combates que libran en una zona selvática del Chocó, en el noroeste de Colombia, facciones paramilitares y guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), reveló el alcalde del municipio de Riosucio, Ricardo Azael Victoria.

 Los combates, que comenzaron el pasado sábado, han provocado el desplazamiento de centenares de personas de zonas rurales y la retención de decenas de
 indígenas.

 Los muertos que están en el río Salaquí, ``son de los enfrentamientos de Caño Seco, Canapó y Playa Bonita. Hay un número de muertos entre 150 y 200 personas'', dijo Victoria.

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