El Nuevo Herald
20 de enero de 2001

Los paramilitares amenazan con llevar la guerra a Bogotá

Crean el `Frente capital' contra políticos corruptos y la izquierda

Agence France Presee
BOGOTA

Los paramilitares de derecha, que han desatado una ola de matanzas en zonas
campesinas de Colombia, también operan en Bogotá, donde amenazan con
lanzar una guerra urbana contra los rebeldes izquierdistas y atacar a los
políticos corruptos, reveló ayer el diario El Tiempo.

Según el rotativo, el jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC,
paramilitares), Carlos Castaño, anunció la conformación del ``Frente capital'' con
pistoleros que actuaban en zonas montañosas cercanas a Bogotá.

``El objetivo [del ``Frente capital''] es frenar el abastecimiento a la guerrilla de
material de intendencia y de guerra que sale de Bogotá [ya que los insurgentes]
parten de la capital y por un corredor estratégico llegan a [la zona neutral del sur
del país, escenario del diálogo de paz entre el Gobierno y los rebeldes de las
FARC]'', declaró Castaño a El Tiempo.

De acuerdo con el periódico, varios miembros del ``Frente capital'' le
comunicaron por internet que ``la guerra podría extenderse a todos los sectores
del poder público, si es necesario, en contra de la corrupción y el clientelismo en
la gestión pública''.

El Tiempo se preguntó si acaso los pistoleros del ``Frente capital'' no fueron los
mismos que el pasado 15 de diciembre atacaron, en un barrio del noroeste de
Bogotá, al líder sindical colombiano Wilson Borja, quien sobrevivió herido al
atentado y viajó a Cuba para recuperarse.

Castaño admitió públicamente que las AUC atacaron a Borja y acusó a éste de
formar parte de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Borja, presidente del sindicato estatal colombiano (Fenaltrase), negó que integre
el ELN y afirmó que Castaño intentó matarlo debido a su férrea defensa del
diálogo de paz con los grupos guerrilleros.

Las AUC, que este mes han asesinado a más de 150 labriegos en diversas
regiones colombianas y que pasaron de 4,000 a 8,000 combatientes en los
últimos tres años, según las autoridades, libran una guerra a muerte con el ELN
y las FARC.